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¿Qué, te vas a meter con las hermanas mías? Métete con la hermana mía y te pico a tus dos hijos y a tu mamá, perro (..) que los tengo ubicados en Baranoa (...) ¿y sabes qué?, no la vas a creer (...), te voy a volar la casa, (...) marica, tú sabes que la guerra es conmigo (...), ¿vas a meter a la familia?, mete a la familia y te pico a tus dos hijos (...)

Esa es una de las llamadas que están en poder en la Policía Metropolitana y que sirvieron para capturar a Elkin Bladimir Olivo Mercado, de 27 años, alias el Oso, presunto jefe de una red de sicarios que opera en el barrio La Luz y La Chinita. Esta persona al parecer está involucrada con los casos de hombres descuartizados que se han registrado en Barranquilla desde 2013, uno de ellos el de quien fuera su interlocutor: Wiliam Enrique Manotas Suárez, alias el Gordo, de 33 años.

Aunque este último crimen aún es materia de investigación y no se ha podido establecer la participación de el Oso, agentes de la Sijín pudieron determinar que los dos hombres tuvieron graves problemas al punto de amenazarse de muerte y retarse para darse 'plomo'.

Te digo una cosa, a mí nadie me manda, bobo, yo trabajo por mi misma cuenta, a mí me pagan por partir a cualquier (...) como tú, como a la mujer tuya que era una sapa (...), y de ahí pagó... el que manda en La Luz soy yo, gordo marica.

En esta conversación, el capturado alude a la pareja de Manotas, también asesinada.

La captura. Olivo Mercado utilizaba una cédula falsa para evadir la orden de captura en su contra. Era buscado desde el 5 de enero del año pasado por el asesinato de la mujer a la que se refería, Maryuris Isabel Martínez Cervantes, de 25 años, a quien presuntamente degolló en una discusión en la carrera 21 con carrera 14, del barrio La Luz.

El domingo 16 de agosto fue capturado en ese mismo sector luego de que la comunidad llamara a la Policía cuando agredía a una de sus hermanas y hacía disparos al aire con un chopo (arma artesanal).

En su momento el supuesto jefe de sicarios se identificó con el nombre de Luis Miguel Andrade de León. Con esta identidad no le figuran antecedentes penales, por lo que al ser llevado a audiencia pública recobró su libertad. 'Consideraron que no era un peligro para la comunidad', detalló un investigador.

Pero en las afueras de la sala de audiencia lo esperaban agentes de la Sijín, quienes habían descubierto que portaba una cédula falsa y que su verdadero nombre era Elkin Bladimir Olivo.

'Este hombre tiene orden de captura por homicidio agravado, concierto para delinquir y fabricación, tráfico y porte ilegal de armas de fuego. Se le sindica de causarle la muerte a una mujer en el barrio La Luz', informó en rueda de prensa el coronel Juan Carlos Nieto, subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla.

Olivo Mercado, indican investigadores, siempre andaba armado. En varias de sus fotos se le ve empuñando armas de fuego en actitud desafiante y triunfante. En una de estas imágenes cubre su rostro con una máscara de un animal.

El caso de El Gordo. William Enrique Manotas Suárez fue hallado decapitado el 7 de abril de este año en el barrio Villanueva, de Barranquilla.

Los restos estaban en sacos que fueron enterrados en un lote enmontado. La cabeza de quien fuera conocido como el Gordo fue hallada días después dentro de una nevera de icopor en el barrio Brisas del Río.

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William Manotas Suárez, descuartizado este año. Era pareja de Maryuris Martínez.

Manotas desapareció esa misma semana tras salir de su casa en Baranoa rumbo a Barranquilla. Como no regresó, al día siguiente sus familiares llegaron al sitio donde solía estacionar la moto que utilizaba para hacer carreras como mototaxista,en la Zona Cachacal. Allí, el encargado del sitio les contó que al Gordo lo habían citado en la Bendición de Dios, y que le había advertido que si alguien llegaba a preguntar por él era porque lo habían matado.

El asesinado había sido capturado en septiembre 2011 por supuestos vínculos con la banda de fleteros los Pegasos, desarticulada por la Sijín. En su momento, la Policía habló de posibles retaliaciones entre grupos delincuenciales como el móvil del crimen.

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Maryuris Isabel Martínez Cervantes tenía 25 años cuando fue asesinada, en 2014.