'Lo que perseguía al atacar a su exmujer con ácido era que cada vez que se viera reflejada en el espejo lo recordara por siempre. Fue una manera de matarla en vida'.
De esa manera resumió el fiscal segundo especializado Elkin Chiquillo, el ataque de Huberlando de Jesús Rojas Carreño contra su ex compañera sentimental Yarlenis Bermejo Mendoza.
La agresión con ácido se registró el pasado 11 de enero en la casa de Yarlenis ubicada en la calle 21 con carrera 28 del barrio Rebolo.
Desde ese día, Rojas Carreño se encontraba huyendo de las autoridades, pero el pasado martes fue capturado por la Policía en el barrio Colombia de Maicao, en La Guajira, donde estaba trabajando en un taller de soldadura hacía varios meses. Ella estuvo ayer muy cerca de él, en el Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla, donde fue llevado a audiencia, y dijo que lo único que esperaba era justicia.
Ayer en la tarde, el representante de la Fiscalía presentó al agresor ante el juez 16 penal municipal Carlos Ochoa. El fiscal Chiquillo le imputó a Rojas los delitos de homicidio en el grado de tentativa y tortura, cargos que el procesado aceptó.
'Le pido perdón a Yarlenis por lo que le hice, a su familia y a todas las mujeres del mundo. Estoy bien arrepentido por lo que hice', dijo el procesado en la audiencia. Pese a ello, acto seguido justificó que había actuado así 'por una infidelidad'.
El juez Ochoa determinó enviarlo a la Penitenciaría de El Bosque.
'No lo perdono'. Con cicatrices en el pecho, brazos, cara y una pañoleta que cubría su rostro, llegó al Centro de Servicios Judiciales Yarlenis Bermejo Mendoza.
En diálogo con EL HERALDO, la afectada dijo que nunca va a perdonar a su excompañero, a la vez que indicó que sobrevivió 'gracias a un milagro de Dios'.
Pese a las constantes agresiones de las que era víctima durante los nueve años que convivió con Rojas, nunca se atrevió a denunciarlo, según ella por miedo.
'Él me decía que si lo abandonaba me mataba, pero tampoco me atrevía a dejarlo porque me cohibía de dejar a mi hijo sin su padre, la verdad no sé qué me pasaba'.
Sin embargo, decidió abandonarlo en noviembre de 2014, lo que derivó en más amenazas. Una de ellas la hizo efectiva Huberlando al atacarla con ácido que le ocasionó quemaduras profundas de tercer grado que le afectaron el 50 por ciento de su superficie corporal y que la tuvieron al borde de la muerte.
'Me duele mucho lo que hacen con las mujeres, deberían condenar a todos los hombres agresores y hacerles respetar a las mujeres', mencionó entre lágrimas la agredida, quien cubre su rostro con una pañoleta.
Tras la agresión de la que fue víctima, la situación económica de Bermejo no es buena, actualmente no puede trabajar por sus lesiones por lo que pide ayuda para el sostenimiento de sus cuatro hijos menores de edad. 'Solo estoy pidiendo a las personas de buen corazón que por favor me ayuden, porque esto es muy difícil, y uno se siente como perdido, como que no encuentra el camino para dónde coger'.
Acompañamiento. María Peinado Díaz, abogada de la Secretaría de la Mujer del Atlántico, indicó que desde el momento en que Bermejo sufrió el ataque con ácido, ha estado acompañándola.
De acuerdo con la abogada, la entidad le ha brindado apoyo sicológico y jurídico.
'Fue un proceso bastante lento y doloroso porque las heridas fueron bastante profundas y estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte'.