Úber Enrique Banquez Martínez se convirtió en el primer excomandante paramilitar que delinquió en la Costa, en salir de prisión por haber cumplido la pena alternativa de 8 años.
La sala de Justicia y Paz del Tribunal de Barranquilla había otorgado al desmovilizado, hace ocho meses, el cambio de la sustitución de la detención intramural por la libertad condicional.
El fallo del 24 de enero de este año tuvo en cuenta, entre otras razones, que Banquez cumplió el tiempo en reclusión establecido por la ley de Justicia y Paz, a la cual se sometió para acceder beneficios como este, a cambio de confesar los delitos cometidos y no reincidir en conductas ilegales.
La solicitud de libertad condicional fue presentada por el abogado de Juancho Dique, quien estaba detenido en la Cárcel Modelo desde el 30 de octubre de 2006.
HISTORIAL DE DIQUE
En condenas dictadas a Banquez Martínez se reseña que nació el 3 de abril de 1971, en el municipio Puerto Libertador (Córdoba). Es el mayor de ocho hermanos, padre de cinco hijos con tres parejas y finalizó los estudios de bachillerato en la cárcel.
Una de las sentencias en su contra por su confesa participación en la masacre de 11 campesinos en Mampuján (Bolívar), proferida en junio de 2010, es una de las primeras y más emblemáticas del proceso de Justicia y Paz.
Dique ingresó en 1997 al paramilitarismo, a través de una Convivir o grupo de seguridad privada, hasta que el 14 de julio de 2005 entregó armas como jefe del frente Canal del Dique. Este era parte del Bloque Héroes de los Montes de María, el brazo de las AUC en los departamentos de Sucre y Bolívar.
En las versiones libres que rindió ante fiscales de Justicia y Paz, Bánquez confesó homicidios, extorsiones, desplazamientos y desapariciones. También, los vínculos de políticos y empresarios con el paramilitarismo.
DUDAS Y COMPROMISOS
Para la Fiscalía, que apeló la decisión, Dique no contó toda la verdad. Como la de la masacre de las trabajadoras sexuales Lourdes Lara, Ofelia Correa, Betsabit Espitia y Heidy Smith, asesinadas a tiros en 2003 en la Torre del Reloj, en Cartagena.
En una versión libre, Banquez se limitó a declarar que las mataron sicarios de las AUC por encargo del dueño de una discoteca, mas nunca precisó el nombre.
Para obtener la libertad, juzgados de Sincelejo, Barranquilla y Cartagena debieron suspenderle a Juancho Dique la ejecución de 29 condenas en la justicia ordinaria.
La libertad es condicional porque adquirió una serie de compromisos.
'Me comprometo a someterme al mecanismo de vigilancia electrónica, presentarme cada tres meses ante el magistrado de Justicia y Paz más cercano, rendir un reporte de mis desplazamientos, ocupaciones y actividad económica', fueron algunos de los que leyó.
'¿Usted jura cumplir fielmente estas obligaciones?', le preguntó la magistrada en la audiencia en que le sustituyó la detención carcelaria. 'Sí, juro', respondió Banquez.
Indagaciones abiertas
Otro de los argumentos de la Fiscalía, al oponerse a la libertad de Banquez, es que tiene una indagación abierta por las muertes de cinco testigos del caso del alcalde de El Roble (Sucre) Eudaldo ‘Tito’ Díaz, asesinado en abril de 2003. La Corte también le cuestionó que cambió sus declaraciones
–transmutó nombres y omitió menciones en reuniones– para favorecer a la senadora sincelejana Piedad Zuccardi, acusada por parapolítica.