Erika Ordóñez, la esteticista implicada en la muerte de la joven Angie Mendoza durante un procedimiento de aumento de glúteos, el pasado 25 de septiembre, habló este martes y afirmó que se considera inocente.
'Yo sé que es perder un familiar. Yo soy madre. Hasta que no se sepa la verdad no me juzguen por favor. Yo soy inocente, no le quise hacer daño a nadie ni causarle un dolor a una familia. Después de lo que pasó quise suicidarme', afirmó Erika Ordóñez en el noticiero Las Noticias, de Telecaribe.
Según la mujer, 'yo no huí, entré en pánico. Angie era conocida, incluso llamé a su mamá ese día… Han hablado pestes de mí, sin cerciorarse de la realidad', aseguró.
Afirmó que ahora le preocupa que a raíz de este caso sus hijos queden desamparados porque ellos dependen económicamente de ella.
Ordóñez recibió este martes el beneficio de detención domiciliaria, por parte del juez al que le fue asignado el caso. Su yerno, David Jinete, fue dejado en libertad. 'Él no tiene nada que ver en esto', aseguró la esteticista.