A un lado de la carretera en el kilómetro 4, justo frente al barrio Divina Luz, del corregimiento de Palermo (Magdalena), donde residía, fue hallado el cuerpo sin vida y semidesnudo de Luisa Fernanda Ibáñez Martínez.
Eran las cinco de la mañana cuando patrulleros de la Policía que realizaban una ronda por el sector advirtieron que una persona estaba tirada entre el matorral, al lado de una parcela. De inmediato decenas de curiosos se apostaron en los alrededores y, al reconocerla, dieron aviso a la familia.
La víctima tenía 21 años y seis meses de gestación. Estaba boca arriba y solo llevaba puesta camiseta roja, situación que lleva a las autoridades a investigar también una posible agresión sexual. El jean azul con el que fue vista cuando salió de su casa y la ropa interior fueron encontrados cerca de su cuerpo.
El cadáver de Luisa Ibáñez tenía golpes en diferentes partes del cuerpo y marcas de manos en el cuello, por lo que la hipótesis principal es que fue estrangulada. Técnicos forenses el CTI de la Fiscalía, que practicaron la inspección al cadáver, no le encontraron heridas de arma blanca o disparos.
En el lugar recogieron elementos que serán analizados para tratar de esclarecer el hecho.
En medio de las lágrimas, parientes hablaron brevemente sobre la víctima y pidieron que las autoridades investiguen a fondo el caso hasta dar con los responsables.
Había salido de descanso
Ibáñez trabajaba hacía cuatro años en una vivienda en el barrio Montecristo, en Barranquilla, donde cuidaba a un niño. Salía a descansar cada 15 días, tiempo que aprovechaba para visitar a sus padres y, de paso, se reunía con sus amigos residentes en la población magdalenense.
Agustín Ibáñez, padre de la asesinada, recordó que ella llegó al corregimiento el sábado a las 4 de la tarde. Como era usual, debía regresar el lunes a trabajar a la capital atlanticense.
'Cuando llegó se fue a un billar que estaba cerca de la casa. Le gustaba ir mucho a ese sitio a encontrarse con amigos', contó.
El grupo se trasladó a una finca en el mismo corregimiento y allí estuvo departiendo hasta el amanecer, pero a las 2 de la madrugada Luisa Ibáñez salió en una motocicleta acompañada de un amigo al que apodan el Coco, y de una joven conocida como Usibe.
'Con esas tres personas fue que Luisa salió de la finca. Los tres iban en una moto y no regresaron a la finca donde permaneció el resto del grupo', relató un hermano de la víctima con base en los datos que le entregaron los amigos a la familia.
Ayer, al lugar donde fue hallada asesinada la joven, llegó la joven con la que había salido en la moto, pero familiares indicaron que decía desconocer qué había pasado.
Por la cercanía del lugar donde fue hallado el cuerpo, familiares creen que fue atacada cuando ya se dirigía hacia su casa a descansar.
Ibáñez era madre de una niña de 6 años, y sus parientes solo se enteraron de que esperaba un segundo hijo hace unos 15 días.
'Se veía un poco más gordita, pero como venía cada 15 días, no había dicho nada del embarazo. Siempre se ponía a tomar, le decíamos que se cuidara, pero no dejaba a sus amigos', agregó el papá.