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A cuatro días de entregar el mando de la Segunda Brigada del Ejército, el general Iván Moreno Ojeda dio a conocer los resultados de su gestión de un año al frente de la seccional militar.

En una entrevista en EL HERALDO, el oficial aseguró ayer que una constante ofensiva redujo la capacidad criminal de varias organizaciones ilegales en el Atlántico, Magdalena y 14 municipios del sur de Bolívar, las zonas donde tiene injerencia la Segunda Brigada.

Moreno respondió también preguntas sobre la inseguridad en Barranquilla y del proceso de paz que adelanta el Gobierno Nacional con las Farc.

P ¿Cómo está el panorama en cuando a seguridad en la región?

R Hemos focalizado tres trabajos importantes dentro de esta ofensiva militar, específicamente en la Sierra Nevada de Santa Marta, enfrentando las bandas criminales. En el Atlántico enfrentamos dos fenómenos que estaban impactando la percepción de inseguridad: la extorsión y el abigeato, en el sur del departamento.

En el sur de Bolívar hemos combatido permanentemente al ELN y las bandas criminales que hacen parte del negocio de la minería ilegal y el narcotráfico.

P ¿Qué resultados deja ese trabajo que inició hace un año?

R. En el Magdalena impactamos y desarticulamos tres bandas criminales: los Pachenca, al servicio del Clan Úsuga, en un 85 por ciento. Se han realizado 75 capturas en ese sentido. En Ciénaga se desarticuló la banda criminal los Lapeira, también al servicio del Clan Úsuga, y la banda delincuencial los Mingos, en Bahía Concha, lo que ha permitido que Santa Marta haya salido del ranking de las ciudades más violentas del mundo.

P ¿Y en el Atlántico y sur de Bolívar?

R Con el trabajo mancomunado con el Gaula de la Policía, el Gaula Militar Caribe ha logrado reducir en dos años el fenómeno de la extorsión, que en 2013 estaba en un 80 por ciento y actualmente está en un 33 por ciento. Con los patrullajes y asesorías a las personas, las llamadas de la modalidad conocida como ‘el Tío Tío’ ya no generan ese susto.

Fueron capturados en el Atlántico 623 delincuentes, 13 presuntos miembros de bandas criminales y se desarticularon seis bandas de extorsión carcelaria.

Y en el sur de Bolívar desarrollamos la operación ‘Relámpago Rojo’, afectando al ELN, con la que se logró la captura de dos cabecillas: alias Joselito y alias Marlon. Se desarticuló la columna Luis Fernando Gutiérrez en un 95 por ciento, la Policía neutralizó al cabecilla y toda la red financiera y sicarial se encuentra tras las rejas.

P ¿Cómo estaba el tema del abigeato en el Atlántico y cómo está ahora?

R. Desde nuestra llegada al Atlántico, Asoganorte nos recalcó de una manera muy reiterativa cuáles eran las medidas que se podían tomar para mejorar el tema del abigeato en el sur.

De inmediato realizamos un plan de trabajo integral con la Policía y, poco a poco, se fue generando mayor presencia de soldados en las fincas, sobre todo en las noches que era cuando más se estaba presentado este fenómeno que generó millonarias pérdidas a los ganaderos del Atlántico, lo que nos permitió reducirlo. Actualmente se está presentando el problema, pero en menor cuantía.

P ¿Hay bandas criminales en Barranquilla?

R. Son bandas delincuenciales organizadas, pero que se están surtiendo de las finanzas del microtráfico. En este momento se tienen tipificadas la banda de los Costeños, los Papalópez y los 40 Negritos, que son las que están manejando el microtráfico, pero a nosotros nos está afectando es el uso de las armas artesanales, con las que se está generando el sicariato.

Para ello debemos fortalecer el tema de los retenes y la integración con la Policía, para de esa manera determinar cuál es la mejor estrategia que nos ayude a diseñar un plan de seguridad para la ciudad.

P ¿Se van a acabar por fin las batidas?

R Al inicio de mi gestión la idea era humanizar el tema de la incorporación y para eso se lanzó la campaña ‘Vístete de honor’. Hicimos visitas casa a casa, llevamos a las familias de los muchachos al batallón para que conocieran dónde iban a estar los soldados, para que fueran ellas las que contribuyeran con el nuevo cambio. Ha sido un gran éxito, se han reducido los niveles de deserción, el buen trato se ha manifestado en los soldados. La idea es mejorar las condiciones, la bonificación que se les da a nuestros soldados, que haya una expectativa de tipo económico y también que unifique el tiempo de servicio.

P ¿Cómo ve que pueda influir este proceso de paz en el Ejército Nacional?, ¿con optimismo o preocupación?

R Estamos de mente abierta a estos cambios que se están generando en el país. Estamos apoyando el esfuerzo que hace el Gobierno Nacional y hay una frase que siempre ha utilizado nuestro comandante general: nosotros no seremos los que generemos el impedimento para alcanzar el fin del conflicto, nosotros vamos a contribuir con este anhelo que tiene el pueblo colombiano, pero también tenemos muchos retos.

El comandante del Ejército plantea la necesidad de ir cambiando nuestra organización para saber cómo enfrentar la inseguridad y, para ello, tenemos que aprender a manejar el concepto de cómo atacar la minería ilegal, cómo seguir atacando el microtráfico, la extorsión y el reclutamiento forzado que se evidencia en esas bandas criminales.