Acompañado de abogados de la Defensoría del Pueblo, Miguel González Guerrero se presentó en la URI de la Fiscalía, en el Centro de Barranquilla, por ser el principal sospechoso del asesinato de su pareja María Claudia Bermúdez Hereira.
González, de 47 años, es señalado por testigos de haber atacado con unas tijeras a la mujer el pasado miércoles 24 de diciembre en la noche, horas antes de Navidad. El crimen ocurrió en una casa en la carrera 56 con calle 3, urbanización Villa Olímpica, jurisdicción del municipio de Galapa.
Vecinos indicaron a las autoridades que la pareja ingresó ese día a las 6:20 de la tarde a la vivienda, donde se encerraron y no se escuchó nada. Hasta las 8:40 p.m., cuando se escuchó un grito de la mujer, de 28 años, voluntaria de la Defensa Civil.
'Estaban encerrados y no se escuchó discusión, ni nada. De repente sentimos fue el grito de ella, después se quedó todo en silencio. Nos quedamos todos inquietos y cuando mi marido se asomó por el patio vio sangre en el piso y ahí empezamos a llamar a la Policía', contó una vecina.
'Él se voló por el patio, corrió buscando monte y se perdió. Desde hace como un mes venían con problemas económicos y otras cosas. Es que ella ya no quería vivir más con él', agregó otra habitante del sector.
No era requerido
En entrevista con un fiscal de la URI e investigadores de la Sijín, González Guerrero admitió ayer que cometió el feminicidio, pero alegó que atacó en su defensa a Bermúdez porque fue ella quien primero intentó agredirlo con las tijeras.
'Se trató de un problema entre pareja porque ella no quería vivir más con él; al parecer, había conocido a alguien y no quería continuar más la relación', dijo una fuente.
La presentación voluntaria del uxoricida se dio por los acercamientos que familiares de este tuvieron con la Defensoría del Pueblo, a la que solicitaron un acompañamiento y garantías de seguridad.
El procedimiento se cumplió en horas de la tarde por parte de abogados del ministerio público, quienes se desplazaron hasta Galapa, donde recogieron a González, quien no tenía requerimiento judicial. El lugar del encuentro no se conoció. De allí lo trasladaron en carro a la URI de la Fiscalía.
'El señor pensaba que tenía orden de captura porque policías fueron al sector a indagar sobre él, luego del homicidio; por eso familiares suyos pidieron la asesoría de la Defensoría', agregó la fuente.