Un reporte preliminar indica que en el cuerpo de Alejandro Garrido Molina se hallaron residuos de cocaína, lo cual hace inferir a las autoridades que actuó bajo los efectos de alucinógenos para asesinar a su familia y luego suicidarse.
Así lo informó el comandante operativo de la Policía Metropolitana de Santa Marta, coronel Francisco Gelves, quien al tiempo aclaró que por norma se debe esperar el resultado de Medicina Legal.
Dijo además que otro aspecto que se investiga es si el auxiliar de vuelo, nacido en Barranquilla y de 45 años, 'habría sometido a la esposa y al niño a consumir drogas'. Lo anterior, quizás para hacer menos dolorosas sus muertes.
El oficial de la Policía manifestó que son varias las hipótesis que se manejan sobre el porqué de su irracional acción.
Destacó que una de ellas podría ser el aspecto económico. 'Es posible que tuviera deudas', anotó.
No obstante, el alto oficial aclaró ante EL HERALDO que en la indagación a la propietaria del apartamento donde residía la familia, esta manifestó que Garrido 'era puntual en el pago'.
trámites en Medicina Legal. En horas de la mañana de ayer, Ángela Ramírez arribó a las instalaciones de Medicina Legal de Baranoa, con el objetivo de reclamar los cadáveres de su prima, Johana Ramírez, y el del pequeño de 5 años. 'Vine yo porque los papás están devastados y en este momento no están para estos trámites. La idea es llevármelos lo más pronto posible si logramos concretar todo el papeleo para que los entreguen', indicó la mujer que comparte un gran parecido físico con la víctima.
Agregó que su prima era oriunda de Bogotá y que tenía 26 años.
De acuerdo con Ramírez, nadie de su familia esperaba un desenlace tan terrible de una historia de amor que empezó en las frías calles capitalinas hace aproximadamente 6 años.
Sobre Garrido señaló que no alcanzó a conocerlo muy bien para hacerse una imagen clara de su personalidad. 'Lo que yo sé es que él no mostró comportamientos raros o erráticos. En la familia no nos enteramos nunca si tenían problemas o si él alguna vez la violentó, o algo por el estilo'.
Sobre el crimen dijo que conoce lo que se ha publicado en los medios y que ahora lo principal para su familia es brindarles los más pronto posible cristiana sepultura en la capital a la mujer y al menor.
'Si no los podemos trasladar por aire, lo hacemos por tierra, porque de lo contrario nos tocaría enterrarlos aquí y eso es lo que no queremos', señaló.
A las 5 de la tarde de ayer Ramírez y su acompañante aún estaban en medio de los trámites para la entrega de los cuerpos y su traslado hacia la capital del país.
A esa hora aún los familiares de Garrido no se habían presentado en la sede del Instituto de Ciencias Forenses del municipio.
Inés Abuchaibe, amiga de Alejandro Garrido, señaló que lo conocía 'de toda la vida'. Sobre este hombre señalado como el presunto homicida de su esposa y de su hijo, afirmó que la noticia la sorprendió porque a su juicio, Garrido fue 'un hombre intachable'.
'Era un hombre demasiado bueno, que trabajaba precisamente con su compañía enseñándole a la gente a ser positiva'.
Sobre el confuso hecho, Abuchaibe indicó que fue algo sorpresivo e inesperado, e incluso manifestó dudas sobre su posible culpabilidad en el crimen. 'Como pudo ser un asesinato pudo ser otra cosa, no sé. Lo único que puedo decir es que él no era loco. Era una persona normal. Estamos todos devastados con la noticia'.
Concluyó asegurando que hay que esperar 'a qué conclusiones llegan las investigaciones de la Policía y los estudios de los forenses de Medicina Legal'.
Mensajes en Facebook
Los mensajes en el perfil de la cuenta de Facebook de Alejandro Garrido Molina evidencian, de acuerdo con un análisis psicológico, que tenía algunas perturbaciones y sentimientos encontrados. Los escritos y audios que montó en su página virtual se convierten igualmente en elementos materiales que sirven a los investigadores para ir armando el rompecabezas que derivó en el crimen. 'Sabía lo que escribía y su comportamiento hasta el día o noche de los hechos, dan a entender que se trataba de una persona razonable, equilibrada y coherente con lo que hacía y decía', sostuvo una psicóloga consultada por EL HERALDO.
Precisó que 'los mensajes son evidencias de sus problemas, que en situaciones adversas lo llevan a actuaciones fuera de lo normal'.