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Lo que era un ‘vacile’ verbenero, amenizado por un potente picó que deleitaba con el poder de sus vatios a cientos de asistentes a una verbena, en la calle 21 con carrera 22, en el barrio Rebolo, degeneró en un tiroteo.

A una cuadra del baile, en la esquina de la calle 21 con carrera 24, se presentó un enfrentamiento entre un grupo de jóvenes que había asistido a la verbena, con otro grupo de muchachos residentes del sector.

El hecho se registró a la una de la madrugada y, de acuerdo con los habitantes de la zona, el grupo de jóvenes que desembocó del sector en donde se realizó la verbena venía armado con revólver, cuchillos y navajas.

'Esos pelaos son de los 30-30 y venían ‘sollaos’ haciendo ‘barrejobo’ y querían matar a un pelaíto de por aquí frente a todo el mundo, pero los de aquí no dejaron y ahí se formó la plomera', contó un residente del barrio.

De acuerdo con el reporte de la Policía, Paul Alberto Polo Rangel, de 18 años, perdió la vida al recibir un impacto de bala en la cabeza.

También resultó herido un menor de 16 años, conocido en el sector con el alias de el Lobito. El adolescente fue impactado en dos ocasiones por proyectiles de arma de fuego y se encuentra en delicado estado de salud en el Hospital Barranquilla.

El Lobito presenta varias anotaciones judiciales, una como indiciado por el delito de homicidio y 3 por el delito de fabricación, tráfico y porte de armas de fuego.

También resultó lesionado el joven de 20 años Yeferson de Jesús Torres Gutiérrez, a quien también le figuran anotaciones judiciales por los delitos de porte de estupefacientes y lesiones personales.

Los tres jóvenes fueron trasladados al Hospital Barranquilla, pero cuando era intervenido quirúrgicamente falleció Polo Rangel.

Fue a escuchar música. En las instalaciones de Medicina Legal, Tomasa Pérez, quien se identificó como prima de la víctima mortal, contó que Polo Rangel había salido de su residencia del barrio Rebolo, a las 7:30 p.m. a encontrarse con unos amigos, con los que se fue a escuchar música en las afueras de un baile.

De acuerdo con la mujer, el joven iba de regreso para su casa cuando contestó una llamada de un tío. 'Él venía hablando por el celular y parece que en ese momento se formó la balacera y le dieron el tiro. El tío contó que escuchó los disparos y la llamada se cortó'.

Pérez aseguró que en la familia no saben si se trató de un atraco o si Paul cayó en medio del tiroteo de forma accidental. A Polo Rangel no le figuran anotaciones judiciales y, de acuerdo con su prima, llevaba años rebuscándose como peluquero.

La víctima era padre de un niño de 2 años y su compañera sentimental está embarazada, a punto de parir.

En la zona en donde se presentaron los hechos, los vecinos dan por sentado que Paul era integrante de la pandilla los 30-30. 'Ese pelao tenía un ‘fierro’ y él fue el que le dio los tiros al Lobito, por eso fue que le dispararon', señaló un residente del sector.

Otra habitante de la zona indicó que el grupo de integrantes de los 30-30, después de la balacera, la emprendieron contra su vivienda. 'Vino el jefe de ellos, un tal Adonay, con otros pelaos y reventaron las puertas, golpearon a varios y los encañonaron con armas. Entraron a la casa reventando todo y se llevaron un plasma y otras cosas', contó la afectada.

Una vez más, las calles de este histórico y tradicional barrio terminaron manchadas con el rojo sangre de la violencia, que pareciera no dar tregua, ni respiro en esta zona del suroriente de la ciudad, azotada también por la pobreza y la falta de oportunidades.