Alexander Enrique Vargas Cera, de 45 años, murió la tarde del sábado después de haber sido atropellado por un carro Renault, de placas QEH-456, que era conducido por su hijo en un lavadero del barrio Rebolo, suroriente de Barranquilla.
Vargas Cera se encontraba en el interior del establecimiento Autolavados del Sur, ubicado en la calle 17 con carrera 25, cuando se disponía a limpiar el auto de su hijo Jean Carlos, de 20 años.
'Jean Carlos estaba subiendo el carro en una rampa para lavarlo y Alexander lo estaba direccionando. De un momento a otro acereló, los frenos del vehículo no le funcionaron y el carro se le vino encima Alex, que quedó aprisionado contra la pared', indicó ayer en la mañana Noemi Rangel, esposa de la víctima, en las instalaciones de Medicina Legal.
Vargas Cera fue trasladado de inmediato hasta el Paso de La Luz, donde los médicos intentaron reanimarlo durante de 20 minutos, pero falleció producto de un paro respiratorio.
DINERO EXTRA
La víctima se dedicaba desde hace 12 años al oficio de mensajero, sin embargo, los fines de semana 'se rebuscaba' lavando carros desde hace dos años. 'Para tener unos ingresos extras había decidido trabajar en ese lugar. Nunca ocurrió nada peligroso estando allí', dijo la esposa de la víctima, quien informó que tuvo tres hijos con él.
RINDIÓ DECLARACIÓN
Yenni Cera Escalante, de 69 años, madre de Vargas Cera, indicó que la relación de su hijo y su nieto era 'de admirar'.
'A pesar de que mi nieto era producto de una relación que ya había terminado, los lazos entre ellos era muy grande. Siempre estaban pendientes el uno del otro, se querían mucho. Sin dudas eso fue un accidente muy lamentable', indicó la mujer entre lágrimas.
Parientes dijeron que Jean Carlos Vargas fue conducido durante la tarde del sábado hasta las instalaciones de la Fiscalía a fin de 'rendir declaraciones' de cómo ocurrió el hecho.
'Ellos se dieron cuenta que no fue intención de mi nieto atropellar a su papá. Rindió declaraciones y después lo dejaron en libertad', contó la mujer.
