Compartir:

La situación en el Centro de Servicios Judiciales de Barranquilla ya colapsó. Así lo dieron a conocer ayer jueces y funcionarios que laboran en el complejo judicial.

La falta de recursos técnicos y las fallas en el nuevo sistema informático que hace los repartos de los diferentes procesos desde Bogotá, son dos de los principales obstáculos que no permiten una mejor prestación del servicio de justicia.

Daniel Corrales, juez coordinador del Centro de Servicios Judiciales, señaló que de las 21 salas que hay en el Centro de Servicios Judiciales, únicamente tres son las que funcionan en condiciones adecuadas.

'Las restantes 18 salas están en pésimo estado, a algunas no les sirven los equipos de grabación, a otras no les funcionan los aires acondicionados, las sillas están en mal estado. Hace ya unos dos meses, una juez que estaba en plena audiencia se cayó de la silla y estuvo incapacitada durante 40 días', señaló el juez coordinador.

De acuerdo con el funcionario, la implementación del nuevo sistema informático es otro de los graves problemas que perjudican el normal desarrollo de las actividades en el complejo judicial, como lo ha venido informando EL HERALDO desde el mes de abril.

El juez Corrales informó que el nuevo sistema se implementó en Bogotá y desde allá son enviados los repartos de las diferentes audiencias, lo que a su juicio, conlleva a que la solución no sea inmediata.

'Tardan días y en ocasiones hasta semanas, y en este sistema penal de justicia las respuestas tienen que ser inmediatas porque hay términos que cumplir, por ejemplo, a partir de las capturas, son 36 horas que estipula la ley para que se lleven a cabo las audiencias preliminares, de lo contrario se decreta la ilegalidad de las capturas'.

El funcionario señaló también que en lo que concierne a la parte de los Juzgados de control de garantías se están programando aproximadamente 80 audiencias diarias, de las cuales se aplaza el 40 por ciento de estas, mientras que en lo que en los Juzgados de conocimiento se fijan entre 25 o 30 audiencias diarias y solo llegan a realizarse cuatro o cinco; lo que representa un aplazamiento de un 80 por ciento de las audiencias que se programan.

'No nos escuchan'

El juez cuarto penal del circuito Carlos Di Filippo se unió a las voces de protesta del coordinador del complejo judicial y de los demás jueces. El togado indicó que cada vez trabajan con mayor dificultad por la falta de recursos técnicos.

'Se solicita a la dirección seccional de administración judicial que nos facilite lo más básico como papel y tinta para las impresoras pero no hay, o escasamente nos dan una resma para trabajar toda una semana'.

Agregó el juez que la situación de las personas detenidas es otro grave problema que existe ya que una vez son llevadas a audiencia y se les impone medida de aseguramiento intramural, deben permanecer en las carceletas del Centro de Servicios porque en las cárceles no los reciben debido al hacinamiento.

'A partir de julio entra en vigencia una ley que dice que al año cumplido de detención intramural a la persona hay que concedérsele la libertad, por cualquiera que sea la causa. Hemos acudido a las autoridades como la Alcaldía, la Gobernación pero no nos escuchan'.

Sobre el problema del sistema informático, Di Filippo manifestó que 'no está funcionando' porque no se están registrando las actuaciones en el mismo y por ende no se pueden remitir a ejecución de penas para que se dicten las condenas.