La fiscal a cargo de la investigación inicial por el atentado registrado el domingo en el barrio Rebolo, poco antes de las 6 p.m., reveló que uno de los presuntos sicarios capturados es soldado regular y presta el servicio militar en el Ejército.
'Una tía manifestó que hace un año presta el servicio militar, que estaba de permiso desde el 13 de mayo y debía regresar el 25 (hoy)', indicó la fiscal 13 de la URI.
El perfil del detenido José Miguel Torregrosa Jiménez, de 18 años, se conoció ayer en las audiencias de imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento contra él y Cristian David Ávila Meza (19), en el Centro de Servicios Judiciales.
Los dos son sospechosos de matar a tiros a la anciana Lila Yanes de Conrado, de 71 años, y Karelis Chamorro Cabello (32), y herir a Betty Echavarría de López, Luz Quiroz Echavarría, Luz Martínez Charris y a una joven, de 15 años.
La mayoría de las víctimas estaban dentro de la casa ubicada en la carrera 30, número 20-53, donde residen varias familias.
POR LA ROPA
En las audiencias presididas por el Juzgado 13 penal municipal, la delegada de la Fiscalía aseguró que las vestimentas de los capturados ayudaron a que vecinos los identificaran como dos de las 'cuatro personas que en motos llegaron disparando'.
Dos declarantes aseguraron a investigadores de la Sijín que los parrilleros nunca se quitaron los cascos, pero vieron que uno portaba un buzo blanco con líneas rojas, el cual tenía estampado en el pecho el escudo del equipo Junior.
'El que conducía tenía una camisa negra, con un dibujo del Guasón, personaje de una película', contó la Fiscal.
En las fotos de reseñas de los capturados, entre esas las suministradas a los medios de comunicación, Ávila y Torregrosa aparecen con los atuendos descritos.
CONDENAS COMO MENOR
Al entregar sus datos personales, Torregrosa dijo que su oficio es soldado regular, pero dio dos direcciones de residencia distintas.
Las autoridades ubicaron y entrevistaron por eso a una tía del detenido, que mencionó que 'hace un año' su sobrino está vinculado a la entidad castrense.
Pero esa no fue la única información que hallaron de Torregrosa. La Fiscal refirió que los sistemas de información judicial del organismo (Sijuf) arrojaron que fue condenado por un juzgado de adolescentes por un hurto que cometió en octubre de 2013, a los 15 años.
'Y otra anotación por el delito de fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, dentro del caso 2014-00340, en donde (también) fue condenado siendo menor', agregó.
La funcionaria advirtió que la Ley penal para adolescentes prohíbe que las autoridades consideren antecedentes penales las sentencias proferidas en procesos de menores, pero les permite utilizarlas para establecer qué tan graves son las conductas de la persona investigada y si la medida de aseguramiento que se requiere es idónea.
'¿QUÉ HACÍA FUERA?'
Las anotaciones de Torregrosa como menor, explicó la Fiscal, indican que es una persona 'proclive' al delito.
Ese mismo argumento lo esbozó al mencionar a Cristian Ávila, de quien la Policía ya había dado a conocer que fue capturado por patrulleros en la calle, a pesar de que tenía detención domiciliaria por porte ilegal de armas de fuego.
Un reporte más detallado en el expediente por el atentado en Rebolo, sin embargo, es aún más grave: Ávila no solo tiene casa por cárcel desde el 30 de abril del año pasado, sino que hay un registro posterior de noviembre de una medida de aseguramiento intramural en cárcel, por el mismo delito.
'¿Qué hacía afuera de su detención domiciliaria?', se preguntó la Fiscal. Minutos después, dijo que no le 'halla explicación' a que el investigado no estuviera en un establecimiento de reclusión, contrario a la decisión en su contra. 'Llama poderosamente la atención'.
La delegada imputó los delitos de homicidio agravado, homicidio agravado en grado de tentativa y porte ilegal de armas de fuego a Torregrosa y Ávila, quienes no se allanaron a los cargos.