Un juez impuso 12 años de prisión a Jorge Eliécer González Picón, por 'encontrarlo responsable del delito de homicidio agravado, atenuado por ira'. Las evidencias de la Fiscalía demostraron que el procesado fue el autor del asesinato de Jorge Leonardo Herrera Peña, de 26 años. González, de 24 años, admitió que cometió el crimen al preacordar con la fiscalía 35 de la unidad de vida, a cambio de que cambiara el cargo imputado. 'Con miras a reducir la pena', explica en la sentencia el juez 4o. penal del circuito, Carlos Difilippo Valle. El hecho se registró la mañana del 8 de agosto de 2015 sobre la carrera 15 Sur con calle 89, barrio Santa María, en la localidad Metropolitana de Barranquilla. 'En el caño de la Coca Cola, en momentos en que Herrera se encontraba laborando como ayudante de la obra de canalización de un arroyo, con la empresa A Construir, junto con otros compañeros de trabajo', reseña el fallo. Canario y cédula. Testigos detallaron a las autoridades que González, apodado Lanza, increpó a varios trabajadores y al contratista de la obra, a quienes les gritaba que 'ellos tenían que responderle por el pájaro'. El día del crimen, una hermana de Herrera indicó tras el suceso, que él discutió con González porque este le extrajo la cédula de sus pertenencias y la escondió. Por eso, la víctima tomó un canario que su agresor tenía en una jaula e hizo lo mismo. 'Mi hermano le decía que si le devolvía la cédula, él le regresaba el pájaro', explicó la mujer. De acuerdo con la investigación, después de increpar a sus compañeros y su jefe, González se dirigió adonde Herrera Peña. 'Procedió a exigirle que le respondiera por su pájaro y, de inmediato, le pegó una patada; la víctima trató de defenderse, pero cayó al piso y ahí fue cuando el victimario se le abalanzó con un arma blanca y procedió a herirlo en el muslo izquierdo', señala la reconstrucción del ataque. El cuchillo 'le lesionó la arteria femoral, lo que le produjo un shock hipovolémico que le causó su muerte momentos después, cuando fue trasladado al Camino Santa María', agrega. González guardó el cuchillo en el pantalón y le advirtió al contratista que 'su pájaro tenía que aparecer o si no se lo pagaba él'. Luego huyó del lugar. Policías lo capturaron media hora después en la calle 80 con carrera 15. 'La ciudadanía quería lincharlo, en ese momento ya se había deshecho del arma', puntualiza la sentencia.