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La mujer de caminar pausado se hizo a un costado de la vía, sin dejar de sostener la vela. Entre las más de 400 personas que participaron de la marcha nocturna ‘Antorchas por la Vida y la Paz’, del barrio El Bosque, suroccidente de Barranquilla, transitaba con una cautela evidente, como expuesta al ataque de un extraño entre la multitud.

El fogaje de las ceras derritiéndose y las consignas de los marchantes: '¡no más muerte!', '¡sí a la vida, sí a la paz!', avivaron los ánimos aquella noche del 27 de octubre. Un llamado a la comunidad para que cesaran los actos vandálicos que dejaron una ola de asesinatos a adolescentes por riñas entre pandillas del suroccidente.

Un problema en el que jóvenes y niños vulnerables terminan involucrados en actividades delictivas, como el asalto a transeúntes, el microtráfico de estupefacientes y la extorsión, además de enfrentarse eventualmente con grupos de otros barrios.

En 2012, un estudio realizado por la Universidad del Atlántico y la Universidad del Norte, auspiciado por la Alcaldía, identificó 109 pandillas activas en Barranquilla y la participación de 2.600 jóvenes en estas. En 2014, una caracterización realizada por el Sistema de Información Unificado (SIU) del Fondo de Seguridad y Convivencia Ciudadana de la Alcaldía registró 1.124 jóvenes en 110 grupos repartidos en cuatro localidades: Metropolitana con 60 grupos, seguida de Suroccidente con 22, Suroriente con 19 y Riomar con 9. No obstante, hoy el número de pandillas activas puede ser mucho mayor porque desde entonces no ha habido una nueva caracterización oficial y la actual administración trabaja en el nuevo sondeo.

'Ojo que más abajo van a quedar sin bolsos', advertía un niño de sonrisa hinchada a unas marchantes de El Bosque, en la puerta de una casa. Las mujeres cruzaron miradas cómplices y agarraron sus carteras con reserva. El recorrido fue un suceso sin precedentes en el barrio, donde actualmente hay 12 pandillas identificadas. Empezó a las seis de la tarde, desde el Hospital Bosque Caminos de María hasta la cárcel distrital. Tenían programado bajar por la calle 9L, pero un escuadrón de la Policía Metropolitana, que blindó el evento, recomendó 'cambiar la ruta' debido a enfrentamientos entre los integrantes de las pandillas ‘los PVC’ y ‘los Adolescentes’.

El promedio de edad de los integrantes de estos grupos en la ciudad, según el SIU de la Alcaldía, es de 19 años. En la localidad metropolitana y suroccidente registró una media de edad de 18, en la de suroriente de 17 y en la localidad Riomar de 19. De acuerdo con el estudio, en el 90 por ciento de los casos están conformadas por hombres y su área de influencia son las zonas urbanas, pertenecientes a estratos socioeconómicos 1, 2 y 3.

'Nos levantamos temprano, a las seis de la mañana, a meter marihuana y a salir a joder. Al mediodía nos sentamos en el puente a joder; si pasa alguno que tiene problemas, lo jodemos. Si estamos asfixiaos pal’ tabaco o la bolsa, atracamos ‘frentiao’. El que diga algo, ahí fue', explica en una esquina de El Bosque un integrante de la pandilla ‘los Suicidas’, que se identifica como ‘el Dante’. Descamisado, con cuatro cicatrices de puñal y peñones en su piel morena, y con la mirada ida, probablemente aún bajo los efectos de alguna droga.

‘El Dante’ dice que ahora hay más pandillas que en años anteriores. Grupos más pequeños, pero con igual influencia. 'Pecuecas (personas con mala reputación)', enfatiza el joven de 23 años, que van 'pa’ las que sea'.

Contraste de registros

Al consultar las cifras que maneja la Policía sobre la cantidad de pandillas identificadas, EL HERALDO evidenció diferencias con la información suministrada por el Fondo de Seguridad. Mientras que el SIU señalaba que en la ciudad y su área metropolitana había 109 grupos en 2012 y 110 en 2014, la Policía registró 91 y 74 grupos para esos años, respectivamente. Además, desde entonces la institución maneja la misma cifra (74) para 2015 y 2016.

Al cuestionarle al Fondo de Seguridad por qué la información no coincide, siendo este un tema que se trata en conjunto por ambas instituciones, manifestó que desconocen 'el por qué las cifras respecto al número de pandillas no coincide puesto que la Policía Nacional posee sus propias fuentes de información'.

'Un equipo interdisciplinario de más de 40 personas pertenecientes a la Alcaldía, la Fundación Proceder Siglo XXI, la Universidad del Atlántico y la Universidad del Norte, realizó durante cuatro meses (agosto- noviembre de 2012) una intervención psicosocial y un estudio integral de las pandillas existentes (…) bajo el sustento de ésta es que podemos dar respuesta a sus interrogantes', contestó la institución.

Ahora ‘El Dante’ da un vistazo a la esquina, dos jóvenes pasan fumando un tabaco de marihuana y observan al pandillero. Desliza los dedos de su mano derecha por la boca, en señal de antojo. Comenta que ya no puede 'dar más visaje', que se tiene que ir y reitera que en el barrio ahora hay más ‘parches’ con 'pelaos pecuecas'. Antes de partir pide 'pa’ la gaseosa' que no va a comprar.