En una indagación interna, la Policía detectó el pasado viernes el hurto de 51 armas de fuego de la escuela ‘Antonio Nariño’, ubicada en la avenida Circunvalar, entre los barrios El Parque y Las Gaviotas del municipio Soledad. Los artefactos robados fueron 38 revólveres y 13 pistolas.
El general Jorge Hernando Nieto, director nacional de la Policía, declaró que se indaga la participación de funcionarios de la institución. 'Desde luego que aquí, si es en una unidad de Policía y con unos responsables del cuidado (de las armas), tiene que ver responsabilidad mediática'.
EL HERALDO conoció que uno de los eventos que destapó las irregularidades ocurrió hace dos semanas, el 23 de noviembre. Ese día fue capturado por hurto un auxiliar en etapa de instrucción, en la parte externa de las instalaciones de la ‘Antonio Nariño’.
El sospechoso fue identificado como Joseth Arturo Thomas Méndez, de 18 años, quien había ingresado el 11 de octubre a la escuela a proceso de inducción.
'Fue sorprendido por un subintendente, instructor de tiro, cuando salía llevando una pistola de dotación oficial, propiedad de la Policía, marca Sig Sauer, calibre 9 milímetros, con un proveedor sin munición', indica el reporte conocido.
Thomas extrajo el arma después de recibir clase de tiro. 'Manifestó sentirse mal de salud, el instructor le indicó que esperara, que ya iban a terminar, y al salir fue sorprendido con la pistola desarmada y escondida entre las botas'.
Un arma recuperada. En la rueda de prensa en la que se refirió al robo, en Bogotá, Nieto aseguró que una de las armas ya fue recuperada, dentro de la investigación que se abrió. 'Ya encontramos un arma de las que fueron hurtadas en esta unidad, estamos en ese análisis para determinar cuántas personas pueden estar vinculadas'.
El oficial aseguró que el artefacto recuperado estaba en poder de 'una persona que está siendo procesada, no es un policía'. Se refirió al auxiliar sorprendido con la pistola Sig Sauer desarmada y camuflada en sus botas, quien no había terminado el curso de policía y, por lo tanto, no era funcionario de la institución.
'Vamos con toda la capacidad institucional para ver dónde estuvo la falla de los responsables del cuidado de estas armas, a efectos de poder generar la responsabilidades penales, disciplinarias y administrativas que ya estamos tomando, y lograr encontrar estas armas que estaban con unos responsables que manejan este armamento', insistió.
La fuente consultada detalló que las armas no fueron extraídas en grandes cantidades, sino en pequeñas o de a una, como en el caso de Thomas Méndez.
Casos similares. En noviembre de 2013 fueron hurtadas 100 pistolas de un depósito ubicado en el sur de Bogotá. El armamento nuevo, que había llegado importadas de Estados Unidos, serían para la dotación de uniformados en el país.
El 5 de diciembre de 2014 fue detectado el robo de 11 pistolas y tres fusiles en la Escuela de Carabineros de la Policía, en Bogotá. Por ese caso, las autoridades reportaron en enero del año pasado las capturas de tres civiles y un patrullero, imputados por la Fiscalía por cargos de concierto para delinquir, hurto agravado y porte ilegal de armas de uso exclusivo de las Fuerzas Militares.
Según las pesquisas, las armas iban a ser vendidas a un grupo armado ilegal en el departamento del Meta.
Y en enero de este año se conoció la extracción de 234 armas de la bodega de evidencias de la Policía Metropolitana de Santa Marta, debido a las capturas de cinco policías y un civil, vinculados a los delitos de concierto para delinquir, peculado por apropiación, falsedad en documento público, hurto agravado de armas de fuego y constreñimiento ilegal.
En esta indagación, los indicios apuntan a que los artefactos fueron sacados entre marzo y septiembre de 2015, para ser vendidos a la estructura criminal ‘los Pachencas’, al servicio del cartel ‘Clan del Golfo’, y grupos de delincuencia de esa capital y el Magdalena.