La violencia contra las mujeres no da tregua. Al término de los primeros tres meses del año el balance no es nada alentador: 14 mujeres fueron asesinadas en distintas circunstancias, seis de los casos fueron feminicidios.
La cifra es preocupante si se tiene en cuenta que los casos, en vez de disminuir, van en aumento como ocurrió en 2016, año en el que 51 mujeres fueron asesinadas en el Atlántico, pese a las múltiples campañas que vienen realizando entidades tanto privadas como públicas, como la Red de Mujeres Contra la Violencia y la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género de la Gobernación del Atlántico.
De las 14 mujeres asesinadas en el primer trimestre de este año, cinco casos ocurrieron en enero, siete en febrero y 2 en marzo; dos de las víctimas eran menores de edad; ocho casos se presentaron en Barranquilla, tres en Soledad, uno en Malambo, una mujer fue asesinada en Juan de Acosta y una en Luruaco.
En el primer trimestre de 2016 fueron asesinadas 15 mujeres en el Deparatmento, de los cuales tres casos se enmarcaron dentro del feminicidio (mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas).
El más reciente se presentó el pasado 25 de marzo en el interior de la vivienda localizada en la carrera 83 número 109A-22, barrio Las Flores, donde Nancy María Guzmán Urina fue impactada en la cabeza por un proyectil, que al parecer disparó Jaider Rafael Valencia Granados. La mujer falleció dos días después en la unidad de cuidados intensivos de la Clínica Portoazul.
La Policía capturó al día siguiente de los hechos a Valencia Granados, a quien un juez de control de garantías le dictó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario por los delitos de homicidio agravado y porte ilegal de armas de fuego.
Se evitan muertes
De acuerdo con Zandra Vásquez, secretaria de la Oficina de la Mujer y Equidad de Género, de la Gobernación, la entidad ha atendido en lo que va del año a 125 mujeres, que denunciaron haber sido víctimas de violencia física, sicológica y verbal.
La funcionaria indicó que a esas mujeres se les brinda de inmediato atención sicosocial y jurídica para que conozcan los derechos que tienen y se empoderen de ellos, con lo que se evita que más mujeres sigan siendo víctimas de violencia de género, e incluso de asesinatos y femenicidios.
Para el logro de los objetivos, asegura Zandra Vásquez, ha sido esencial la ruta de atención porque las mujeres ya saben qué hacer y ponen en práctica lo apren dido, al tiempo que sirven de comunicadoras con otras muejres que han sido víctimas de algún tipo de violencia de género.
'Con ganas de matar'
El 9 de enero pasado Karol Michell Martínez Oriz, de 17 años, fue asesinada por su pareja Jorge Martín Trejos Calvos. El hecho ocurrió en la madrugada en una casa localizada en la calle 41 con carrera 27 del barrio Chiquinquirá, en el suroccidente de la ciudad.
El reporte de las autoridades indica que Trejos Calvo llegó en estado de alicoramiento a la casa, ingresó a la habitación donde dormía la menor de edad y la despertó dándole trompadas.
Enseguida, el agresor sacó una barra de suspensión de una moto, que al parecer había llevado consigo, y siguió golpeándo a la adolescente. Familiares de Tejos Calvo intentaron detenerlo, pero este los amenazó con atacarlos también.
Karol Michell fue trasladada a una clínica donde ingresó con fracturas en el cráneo que le produjeron la muerte horas después. La menor también sufrió fractuars en ambas piernas
Una patrulla de la Policía capturó al hombre y un juez lo cobijó con medida intramural una vez fue presentado en audiencia.
Otro caso de feminicidio fue el registrado el pasado 10 de febrero en la vía Cordialidad con carrera 11, barrio La Ceiba, donde Alberto Luis Redondo Zarco, de 59 años, acabó con la vida de su pareja, Daisy Candelaria Vergara Guzmán, de 46, a la que le propinó tres tiros.
Personas que a las 8:30 de la noche se encontraban en el sector, contaron que la mujer acababa de bajarse del bus que la había llevado hasta su lugar de residencia, donde Redondo Zarco la estaba esperando.
De inmediato, aseguraron, el hombre la abordó y empezó a discutir por espacio de unos cinco minutos, pero, al parecer, cuando Daisy le dio la espalda para irse, su pareja sacó un arma de fuego y le propinó tres tiros a quemarropa.
El agresor intentó darse a la huida, pero fue detenido por varias personas y se lo entregaron a una patrulla de la Policía.
Daisy Candelaria Guzmán, que trabajaba como enfermera, fue llevada a una clínica cercana y remitida a la clínica La Misericordia, donde falleció producto de las graves heridas que sufrió en el ataque.
Es un tema patriarcal
Para el sicólogo e investigador de la universidad Simón Bolívar, Jorge Bolívar Berdugo, la violencia ejercida contra la mujer es un problema que obedece a estructuras jerárquicas patriarcales que reproducen una cultura donde las mujeres son vistas como objetos desechables y maltratables. Afirma el experto que la violencia contra la mujer 'no está en los genes, no es producto de una herencia biológica, es un estereotipo incrustado en la cultura, interiorizado y perpetuado por la sociedad a través de los siglos, nuestro modelo de sociedad promueve la discriminación y el maltrato y legitima el maltrato'. Asegura que el feminicidio constituye una forma de barbarie, por actos violentos de los criminales y yuxtaponerlos con las estructuras sociales de determinada región y las diferencias de poder en la jerarquía del poder sexual.