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A las 5 de la tarde del Viernes Santo, José Rafael Gómez Montes se encontraba acostada en la orilla de la playa de Sabanilla, en el corregimiento de Salgar.

Había perdido el conocimiento y respirar se le dificultaba luego de que se sumergió por varios minutos. Luz Adriana García también estaba en el suelo. Ella conservaba el conocimiento gracias a los esfuerzos de José. Minutos antes, una fuerte corriente había arrastrado a ambos a las profundidades del mar. El hombre de 28 años, con las fuerzas que le quedaban, la empujó hacia la orilla, en donde bañistas la socorrieron.

Sin embargo, el empeño que utilizó Gómez le costó la vida.

La playa estaba atiborrada de personas que en una fecha como esta aprovechan sus vacaciones. Algunos de ellos rodeaban a José, en lugar de ofrecer su ayuda, grabaron con celulares los intentos de reanimación.

Un buen nadador

Rafael Gómez, hermano del difunto, recuerda el amor que este tenía por el agua.

Su madre les enseñó a nadar cuando eran solo niños de 7 y 4 años. Mientras Rafael, el mayor, revoloteaba por la piscina, José se deslizaba.

'Desde ese día le encantó el agua, se metía apenas llegaba al lugar y se salía ya cuando se iba', recuerda Rafael.

José conoció a los 15 años a Luz Adriana García, mientras ambos trabajaban como empacadores en un supermercado.

Diez años después fue elegido por ella para ser el padrino de su hija. La niña tiene cuatro años; ayer aprendía sus primeras brazadas de la mano de José.

'Él no tenía planeado ir a la playa ese día pero entre amigos armamos el plan y cuando supo que iba su ahijada fue el primero en embarcarse', relata su primo José Manuel Guerra Gómez.

El paseo comenzó a la 1:30 de la tarde. El lugar estaba muy lleno y estaban preparados para irse a otro sector de la playa pero José pidió una picada de pescado.

'Nos estábamos riendo porque era pequeña y cara, quedamos con hambre', evoca su hermano.

Se metió en la playa una vez más. 'Ya nos íbamos y era el último chapuzón para quitarnos la arena', revela Luz Adriana García.

No sabe en que momento una ola los arrastró; recuerda el agua tempestuosa que la rodeaba y las manos de José empujándola, en tres ocasiones hacía la orilla.

'Todo el agua que me iba a tragar se la tragó él', agrega García.

Rafael, aún sentado a la sombra de la caseta, no se había percatado de lo sucedido hasta que vio a Luz Adriana que se desplomó enfrente de él en la arena. Cuando miró a la orilla vio que dos hombres traían a su hermano inconsciente.

Eran las 5:20 y los salvavidas ya habían terminado el turno que comienza desde las 7 de la mañana.

Según Farid Insignares, Jefe de Escuadra de los Salvavidas de Puerto Colombia, los bañistas recibieron la advertencia que se quedaban bajo su propia responsabilidad. Rafael afirma que este aviso nunca llegó.

Al auxilio de José llegaron un médico y paramédico, quienes se encontraban en calidad de bañistas en la playa.

Por dos minutos intentaron hacerlo reaccionar; no tuvieron éxito.

Su hermano lo montó en una camioneta que llegó al Paso de Salgar en donde según cuenta Rafael solo estaba el conductor de la ambulancia.

Montó a José en el vehículo de emergencias y tomaron rumbo al Hospital de Puerto Colombia.

Rafael escuchaba a su hermano jadear. Intentó revivirlo en los 10 minutos que duró el trayecto.

Ingresó al hospital a las 5:40 sin signos vitales. En un Viernes Santo, José entregó su vida por la de Luz.

Otro ahogado en salgar

Daniel Alfonso Amador Barake disfrutaba su sábado de vacaciones en la playa. Fue con un grupo de amigos a departir y llegó a las playas de la zona Country en Salgar a las 10:00 a.m.

Según uno de los integrantes del grupo, Amador se bañaba en las aguas del mar junto a otro compañero.

Habían pasado apenas 15 minutos desde su llegada cuando una corriente brusca los arrastró a ambos. El acompañante logró salir al poco tiempo después.

Amador estuvo sumergido por al menos 'cinco minutos' hasta que salió por el propio movimiento de la corriente. Recibió los primeros auxilios por parte de los rescatistas. Fue llevado en una camioneta de la Policía al Hospital de Puerto Colombia. Allá llegó sin signos vitales.