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La familia de Pedro Antonio Torres Acosta se reunió a las afueras de su residencia en la carrera 1G con calle 49B en el barrio Carrizal.

Debajo de un polisombra negro que colocaron para mitigar los fuertes rayos del sol, se sentaron a vivir el duelo que comenzó las 4:30 de la madrugada de ayer, cuando murió su familiar en una clínica en Montería, a 400 kilómetros de distancia.

Su padre, Javier Torres, viste de blanco y se sienta cabizbajo en una silla de plástico.

Su hijo, quien hacía parte de la seccional de Tránsito de Córdoba desde hace unos meses, recibió un impacto de bala en la pierna izquierda que comprometió una arteria durante un operativo que adelantaban las autoridades en la vía que conduce a Arboletes, Antioquia.

El subintendente Juan Pedrozo Castro y el patrullero Juan Arteaga Lechuga también resultaron heridos durante el atentado.

'Él me llamó ese día (jueves), y me dijo que estaba bien, pero que no sentía la pierna', relató el padre, quien recibió la llamada de su hijo desde la Clínica Central de Montería.

Las autoridades atribuyen el atentado al ‘Clan del Golfo’, quienes son señalados de comenzar un ‘plan pistola’ en el país. Nueve uniformados han muerto en los últimos días a raíz de esta ola de violencia.

'Seguramente perdió mucha sangre, desde ese momento no pude hablar más con él, pero yo estaba tranquilo, pensé que iba a salir todo bien', continuó el padre de la víctima, quien creyó en ese momento que la situación no revestía gravedad.