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Jorge Rendón se sienta en la caja de Café Bunt, en la carrera 57 con calle 75, todas las noches de 5 p.m. hasta las 12 de la noche.

Eran las 9:30 pm. de este sábado, y apenas comenzaba el movimiento en el café bar del que es administrador. 'Ellos entraron como unos clientes cualquieras; iban bien vestidos', relató.

Uno de ellos se acercó a la cocina. La mujer se quedó en la entrada mientras los otros actuaban como si buscaran una mesa donde sentarse.

De repente, Jorge escuchó un grito: 'Estúpida, dame la plata'. Uno de los atracadores se había acercado hasta la cocina y amenazaba con un revólver a la cocinera.

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La mujer, quien no maneja dinero, se puso muy nerviosa y le dijo que 'no podía darle nada'. Entonces, sacó su celular y se lo entregó.

Rendón cuenta que inmediatamente accionó la alarma, un botón que se encuentra debajo de la caja registradora.

El mismo ladrón que le había requerido el dinero a la cocinera se acercó a él. Comenzó a sacar el dinero de la caja y le dijo 'no me mires la cara o te pego un tiro'.

Según Rendón, estuvieron alrededor de cuatro minutos en este proceso hasta que llegó un nuevo grupo de clientes.

Una muchacha que venía en el grupo entró en shock cuando le pidieron su celular.

'El ladrón le puso el revólver en la cara, ya la gente estaba esperando el disparo', recordó Rendón.

La joven comenzó a 'gritar auxilio y a correr por la calle', contó el administrador de Café Bunt.

En este momento los delincuentes huyeron, alarmados por los gritos de la mujer. 'Ni siquiera tenían prisa, se montaron al carro y se fueron tranquilos', comentó la víctima.