Compartir:

El estruendo de un televisor al estrellarse contra el suelo a las 4 de la mañana alertó a los vecinos de que algo no andaba bien en el apartamento del cantante sanandresano Mr. Steve.

Los gritos y los objetos que volaban por la ventana del quinto piso del edificio Shanny 81 confirmaron que el artista estaba pasando por una crisis que llevó a las autoridades a hacer presencia en la calle 81 con carrera 42A, por segunda vez en una semana.

Un televisor, una grabadora, un abanico, ropa, zapatos y hasta huevos lanzó el artista desde las ventanas de su apartamento acompañado de gritos en los que hacía referencia a su presentación en días pasados en el concurso ‘Yo me llamo’ y la grabación que realizó a dúo con El Twistter, La espelucá.

La emergencia fue atendida por dos máquinas del Cuerpo de Bomberos y miembros de la Policía que desplegaron un operativo para persuadir al artista sanandresano.

'Tratamos de mediar con él, pero al no poderse ingresamos al apartamento donde fue reducido por nuestros oficiales', afirmó el capitán de la Policía Andrés Montoya sobre la intervención que realizaron en el edificio. 'Al parecer está bajo los efectos de sustancias alucinógenas y sufre de depresión', agregó.

El operativo duró aproximadamente tres horas y se requirió de la utilización de escaleras del carro de bomberos.

Según declaraciones entregadas por vecinos del sector, Mr. Steve llevaba varios días encerrado en su casa, en la que residía solo desde aproximadamente año y medio.

Los uniformados que ingresaron al apartamento controlaron la situación y lograron sacar al artista del edificio y trasladarlo hasta un centro asistencial donde recibirá la atención necesaria.

No es la primera vez

Estas acciones al parecer habrían ocurrido días antes de forma similar.

El miércoles pasado, el cantante llegó sangrando por cortadas en ambos brazos.

'Les pegó a todas las puertas del quinto piso y las dejó marcadas con sangre, iba cantando y diciendo incoherencias', anotó la fuente.

Luego, Mr. Steve se encerró en su apartamento, donde continuaba gritando improperios. 'Tocó llamar a la Policía porque estábamos preocupados', contó la vecina.

Ese día se enfrentó, desnudo, a los cuatro uniformados que atendieron el caso. Fue golpeado, tapado con una sábana y llevado a un centro asistencial.