Andrea Cuentas Martínez, de 23 años, fue una de las tres víctimas fatales del choque que ocurrió en la vía Tubará - Bajo La Habana, a la altura del sitio conocido como la Vuelta de Macario. En el camino iba acompañada por ‘Princesa’, su perra de 2 años que recientemente había sido madre de cuatro cachorros.
A través de la línea de Wassapea a El HERALDO, Angélica Cueto, una residente del municipio de Tubará, reportó haberse quedado con ‘Princesa’ después del choque.
'La pobre estaba ahí, a un lado del bus, sin moverse', relata Angélica.
Al ver que Angélica tomó a la perra en sus brazos, Rubén Valderrama, pareja de Andrea, la llamó desde la camilla en la que lo transportaban a una ambulancia.
Le dijo que se llamaba ‘Princesa’. Angélica le respondió que no se preocupara, que la iba a cuidar.
Llevó a la perra de vuelta a su casa, en donde intentó darle comida, pero esta no la recibía. 'Quedó en shock, todavía no se mueve mucho', comentó la joven.
Se preocupó debido a la actitud e indisposición que tenía y la llevó a una veterinaria. Allí le confirmaron que la perra había resultado ilesa en el accidente y que las secuelas se debían al miedo que aún siente el animal.
Angélica esperó a que los familiares la llamaran, sin embargo no anotó el número de ninguno de ellos y no tenía forma de contactarlos. Aguardó un día y no obtuvo noticias.
Luego de leer la nota publicada en la edición de ayer de el heraldo, se enteró de que la perra pertenecía a una de las víctimas fatales y que no sabían de su paradero.
Los familiares fueron advertidos del hallazgo, pero aún no han podido buscar a ‘Princesa’ puesto que cuando les fue comunicado se encontraban velando a Andrea en la Funeraria La Paz.