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La Policía Judicial del grupo de Protección a la Infancia y Adolescencia en conjunto con la seccional de Inteligencia capturaron a Erick Bladimir Jaimes Vargas por los delitos de pornografía con menor de 18 años en concurso homogéneo sucesivo y la utilización de medios tecnológicos para distribuir pornografía infantil.

Este hombre era conocido con el alias de Maximiliano, debido al nombre de usuario que utilizaba para sus redes sociales y sus cuentas en los foros de internet en que se manejan temas de abuso a menores.

Jaimes Vargas, de 31 años, fue arrestado en su hogar en el barrio Río Prado en el municipio de Girón en Santander. La orden de captura fue emanada por el Juzgado 4 con función de control de garantías de Barranquilla.

La investigación para detener al presunto pornógrafo tuvo su inicio en la capital del Atlántico, cuando agentes de la policía de inteligencia recibieron un denuncio por parte de un ciudadano.

Cómo lo capturaron

El denunciante buscaba videos de jovencitas en internet y se encontró con la red virtual que presuntamente manejaba ‘Maximiliano’.

De acuerdo con investigadores del caso, luego de adquirir lo que buscaba recibió una propuesta por parte del distribuidor con un video adjunto. En este observó a un niño de pocos meses siendo abusado.

La propuesta consistía en dinero –entre $400.000 a $1 millón– dependiendo de los actos que se retrataran en el video que compartiera.

De acuerdo con el coronel Palomino, subcomandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, los clientes y varios de los videos eran internacionales, de regiones como Estados Unidos, México y hasta el Medio Oriente.

Las únicas condiciones, de acuerdo con las autoridades, era que la pareja sexual fuera, sin importar género, menor de ocho años de edad.

Al leer esto, el denunciante se vio 'abrumado' ante la situación y decidió acudir a las autoridades en Barranquilla.

Inmediatamente comenzó la investigación con la colaboración de la fuente que les proporcionó la información inicial. Agentes continuaron hablando con ‘Maximiliano’, mostrando un supuesto interés en el contenido y de esta forma obtener más detalles con respecto a su paradero.

Su debilidad

Uno de los encargados de la investigación aseguró que ‘Maximiliano’ disfrutaba coqueteando con sus clientes, en especial hombres jóvenes.

Los agentes utilizaron este ‘gusto’ en su contra y por medio de una comunicación continua consiguieron que el presunto pornógrafo hiciera una videollamada en la que mostró su rostro. Esta fue la primera pieza para comenzar a resolver el caso, puesto que aún faltaba la ubicación exacta.

'Inicialmente el hombre utilizaba un café internet para enviar los videos, pero luego de obtener ganancias con el negocio, consiguió una conexión propia para su casa', manifestó el investigador policial.

Al tener una vínculo directo desde su residencia a la web, la compañía contratada le registró una dirección IP fija. A través de esta pudieron rastrear el origen de la distribución de la pornografía, ubicado en Santander.

En conjunto con la Policía de este departamento, unidades de la seccional de Barranquilla se desplazaron hacia el mencionado municipio para hacer efectiva la orden de captura expedida y llevar a cabo el allanamiento de la casa en donde residía ‘Maximiliano’.

En el registro de la vivienda, la Policía reportó el hallazgo de más de 200 videos pornográficos en su computador portátil. Además tenía 13 sim cards de diferentes operadores y un celular con grupos con nombres relacionados a la pedofilia que utilizaba para la distribución.

De acuerdo con el fiscal encargado Carlos Newball la investigación apunta a que el capturado no participaba en los actos contra los menores sino que se dedicaba al envío del contenido desde su casa, negocio con el que se lucraba.

'La investigación continuará con las autoridades extranjeras y la Interpol, para hallar a los socios internacionales de la red de videos', agregó el fiscal Newball.

Luego de la captura le fue dictada medida de aseguramiento intramural a Jaimes Vargas, quien no se allanó a los cargos. Sin embargo, la fiscalía no descarta llegar a un preacuerdo para que revele quiénes son sus clientes.

Cabe resaltar que la pena por distribución de pornografía infantil en conjunto con concurso homogéneo sucesivo, es decir la repetición del comportamiento, va de 18 a 20 años. Esta pena no disminuye, aún cuando el capturado aporte información a las autoridades.