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Una interventoría realizada a la Universidad Autónoma del Caribe, por la firma Baker Tilly, reveló que en el tiempo en que Silvia Gette Ponce estuvo al frente de la rectoría realizó diversos préstamos a empleados y familiares.

Los préstamos y autopréstamos que realizó Gette Ponce fueron a través de pagarés firmados, algunos sin autorización, otros con el visto bueno de la sala general del ente educativo, varios a través del representante legal de la universidad y del director administrativo. La mayoría de ellos sin ningún tipo de soportes.

De acuerdo con la información financiera conocida por EL HERALDO, entre las personas a las que Silvia Gette Ponce les hizo préstamos están sus sobrinos Andrés Sebastián y Cristian Gette Ávalos.

A Andrés Sebastián Gette Ávalos, quien fungía como operador de audio, la exrectora de la Universidad Autónoma y el representante legal le autorizaron préstamos por valor de 87 millones de pesos entre enero de 2011 hasta noviembre de 2012; de esa suma de dinero canceló 7 millones y quedó debiendo 80 millones de pesos a la alma mater.

En cuanto a Cristian Gette Ávalos, administrador del polideportivo de la universidad, entre Gette, el representante legal y el director administrativo le autorizaron préstamos por valor de $34 millones, de los cuales pagó $22 millones y quedó debiendo $12 millones.

Silvia Gette Ponce se hizo varios autopréstamos que no requirieron ningún tipo de autorización y otros autorizados por la Sala General, los cuales superaron los 2.100 millones de pesos.