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El pasado 9 de agosto a las 12:01 de la tarde ingresaron a la Penitenciaría El Bosque tres empleados de la empresa Proyectos Urbanos y Construcciones del Caribe para realizar un 'estudio de topografía del área perimetral del establecimiento con un dron'. El aparato volador dotado de una potente cámara fue autorizado por la dirección de Yolanda Fonseca y el capitán José Sánchez Muñoz, comandante de vigilancia, como quedó sentado en la minuta que reposa en la entrada del penal.

Hasta ese momento el procedimiento pareció estar normal. Sin embargo, para Milton Aníbal Ospino, miembro del Sindicato del Inpec Regional Norte, existió una primera irregularidad en la fecha de la autorización verbal de la directora Yolanda Fonseca, en el sentido de que el documento registra el ingreso del aparato el 10 de agosto, es decir, un día después de que sobrevolara el predio.

De acuerdo con Aníbal Ospino, para el ingreso de un dron a cualquier establecimiento carcelario del país es necesaria la autorización de la Dirección General del Inpec.

'La autorización debería ser por escrita y no verbal por parte de la Dirección General del Inpec. El director del penal es el jefe de gobierno, pero hay órdenes que son de resorte de la Dirección General porque son delicadas y pueden poner en peligro la seguridad y la vida de cualquier funcionario', manifestó el dragoneante.

Además, según Aníbal, una grabación de cualquier instalación del establecimiento, perímetro o cualquier otra área es delicada. 'Una grabación de esas en manos de una persona ajena o un particular puede dar para armar un plan de fuga', dijo.

Entretanto, sobre la hora del ingreso de los particulares al penal, 12:01 de la tarde, el miembro del sindicato manifestó que existió otra irregularidad debido a que 'a esa hora no debe haber ninguna persona ajena al establecimiento porque son unos horarios en los que la gente está almorzando y el personal disponible está descansando y recibiendo los alimentos, por eso le llamamos la hora peligrosa o muerta', señaló Aníbal Ospino.

Un funcionario de la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios, Uspec, encargada de todo lo concerniente a la infraestructura de las cárceles a cargo del Inpec, dijo que el único autorizado para permitir el ingreso de drones a los establecimientos carcelarios es el director general del Inpec, en este caso el general de la Policía Jorge Luis Ramírez Aragón.

'Nosotros como Uspec para ingresar algún elemento al establecimiento tenemos que pedir permiso por situaciones de seguridad, así sea una cámara fotográfica o hasta un celular nos los retienen; los directores tienen autonomía o gobierno propio en los establecimientos, pero para ellos también hay algunas restricciones', indicó el funcionario.

Planos para proyecto. La directora de la Penitenciaría de El Bosque, Yolanda Fonseca Beleño, en diálogo con este medio, dijo que autorizó el ingreso del dron al establecimiento carcelario porque tiene autonomía para ello y porque está gestionando un proyecto que presentará en la Alcaldía Distrital para la construcción de un alojamiento para mujeres.

Según la funcionaria, el dron tomó imágenes en la parte trasera del casino, donde tiene planeado construir los alojamientos y en otras áreas que, según ella, 'actualizarán el plano' del penal.

Para ello, dijo Fonseca Beleño, solicitó el apoyo de una fundación para realizar los planos -dijo no recordar el nombre- la cual le recomendó a Proyectos Urbanos y Construcciones del Caribe, con sede en Cartagena.

Sobre la entrada de los tres funcionarios de la empresa a la Penitenciaría de El Bosque, la cual quedó anotada en la minuta el pasado 9 de agosto, pero la autorización fue dada un día después, la funcionaria señaló que los empleados de Proyectos Urbanos y Construcciones del Caribe hicieron dos ingresos al penal, pero que la primera vez (el 9 de agosto) se encontraba ocupada y autorizó de manera verbal el ingreso de las personas al comandante de vigilancia, por lo que no quedó registrada en la minuta.

Fonseca añadió que no existe la ‘hora muerta’ ya que, afirmó, a toda hora brindan seguridad al establecimiento.

Este sería el tercer inconveniente que ocurre en menos de dos meses en el centro carcelario del suroccidente de Barranquilla. El pasado primero de julio se denunció el supuesto exceso en la celebración de un matrimonio y, recientemente, se divulgó la información de una parranda vallenata con trago incluido. Ambos sucesos se habrían dado en el pabellón ERE.