'No me voy complacido, faltó mucha tela por cortar', dice el subintendente Zoilo Asprilla Lara. Después de las 24 pandillas y más de 2.800 jóvenes que ha desarmado, se retiró el experto de la Policía en el tema de violencia organizada entre jóvenes.
Veintiséis años de carrera culminaron el pasado 10 de agosto cuando recibió los documentos que avalan su retiro definitivo. Hasta ese día todavía se paseaba por los pasillos del Comando de la Policía en Barranquilla. En el camino de salida, un ' ¿ya se va, sargento Asprilla?', lo repitieron tanto auxiliares bachilleres como patrulleros y oficiales. No tenía el uniforme oliva y el radio que colgaba en su cinto lo había dejado en el escritorio.
Al lugar que va lleva esa sonrisa amplia, de 30 dientes reales y dos postizos, esos que reemplazaron a los que perdió cuando un disparo accionado por uno de los jóvenes que intentaba desarmar los partió.
Presidentes, alcaldes y gobernadores han cambiado y creado sus propias políticas públicas. Zoilo se ha ajustado a esta dinámica y ha continuado haciendo la misma labor: mostrándoles a jóvenes entre los 12 y 28 años de barrios vulnerables que existen salidas para su situación diferentes a las armas y el narcotráfico.