Sandy Vanesa Martínez Pallares, de 23 años, salió de la compraventa Super Efectivo ubicada en la calle 47 con carrera 1A del barrio Ciudadela 20 de Julio. Hacía pocos minutos había salido de su hogar, a pocas casas del local.
La ama de casa embarazada había terminado de comprar los pasajes para subirse al alimentador de Transmetro que la llevaría rumbo a una cita médica.
Su barriga de 8 meses era notoria, y de acuerdo con testigos que presenciaron el accidente ocurrido al mediodía del lunes pasado, su paso era lento debido al peso del bebé que estaba pronto a nacer.
La joven no divisó la van de servicio escolar que a alta velocidad transitaba la calle 47. 'Le pasó por encima', describió la colisión Anselmo Durán, residente del sector que caminaba por la mencionada calle al momento del hecho.
Sandy, madre de una niña de tres años, quedó inconsciente, tendida boca abajo en el suelo, a la altura de los reductores de velocidad que no alcanzaron a disminuir la carrera del vehículo.
El conductor frenó la marcha en seco pocos metros después del lugar donde arrolló a la mujer embarazada. Se bajó de la van y revisó la situación. Cuando la vio tendida e inmóvil, salió huyendo del lugar a pie, dejando atrás la van que conducía.
Habitantes del sector auxiliaron a la herida. A los pocos minutos, una ambulancia llegó y la trasladó hasta el Camino Distrital Adelita de Char.
Al centro asistencial llegó con signos vitales pero malherida a raíz de los múltiples traumatismos que sufrió en la cabeza, tórax y piernas.
Murió poco tiempo después, cuando recibía atención médica. Representantes del hospital informaron que los médicos intentaron salvar al bebé. Le fue practicada una cesárea de emergencia, buscando salvar al feto de ocho meses de gestación. No obstante, la fuerte colisión lo afectó gravemente y no fue exitoso el procedimiento médico.
Las autoridades aún siguen en la búsqueda del conductor de la van quien no ha sido identificado aún. El vehículo fue recogido por una grúa y es custodiado por la Policía de Tránsito. Familiares de la mujer llegaron a las instalaciones de Medicina Legal en la tarde de ayer.
Pedro Antonio Ahumada, su pareja desde hace seis años, estoico miraba el vacío esperando los trámites finales. Dijo pocas palabras, describió a su pareja como una 'madre atenta y servicial, dedicada a su hogar'. Luego entró a reclamar ambos cadáveres: el de su mujer y de quien habría sido su hijo.