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Indignados se mostraron los familiares de Rubén Ensuncho De la Hoz, de 18 años, asesinado al mediodía del martes pasado en el barrio El Santuario cuando, supuestamente, huía de un escolta que los perseguía luego de que cometiera un atraco a mano armada.

'Esa versión, al parecer, la dieron los residentes de ese barrio. No se sabe a ciencia cierta qué fue lo que pasó porque no hay una prueba contundente. Supuestamente iban a atracar un camión y el conductor nunca colocó la denuncia.

Dicen que fue en una tienda y tampoco el tendero ha puesto alguna denuncia', dijo John De la Hoz, tío materno del joven.

Según la versión de la Policía, Rubén Ensuncho, en complicidad con Jaime Ospino Soler, interceptó en la calle 48 con carrera 8A un camión transportador de carnes frías. Según el reporte oficial, 'los sujetos encañonaron al conductor y luego huyeron con dinero y un teléfono celular'.

Las autoridades también explicaron que la aparición del escolta del camión truncó la huida de Ensuncho y Ospino con el botín. El primero resultó baleado de muerte, y el segundo con herida de bala en el hombro izquierdo.

John De la Hoz insistió que aquella versión policial carece de fundamentos. 'Pueden averiguar en el barrio que él no tenía ningún tipo de antecedentes ni pertenecía a alguna pandilla. Incluso antes de irse para el Ejército él estaba asistiendo a una iglesia cristiana. El arma que supuestamente llevaban la entregó el mismo escolta y esto no tiene fundamento. Tal vez el señor en su afán por defenderse colocó esa arma'.

'Engañados estamos todos, unos más que otros, pero todos', fue la última reflexión que compartió De La Hoz en su cuenta de Facebook.

Rubén prestó el servicio en el Ejército, en un batallón en Villavicencio, pero hacía unos meses había regresado a Barranquilla porque un mosquito lo había picado y generado una enfermedad. Estaba residiendo en La Sierrita y estudiando para ser auxiliar de enfermería.