La Clínica General del Norte emitió este martes un comunicado en referencia al caso del niño Emanuel Vanegas Ramírez, quien falleció en el centro asistencial el pasado domingo tras complicaciones asociadas a su sistema hepático.
La clínica recontó que el pequeño, de un año de nacido, ingresó el martes 3 de octubre 'con cuadro clínico de celulitis o absceso en miembro superior izquierdo (codo) postraumático por caída en casa'.
En ese momento, según la institución, el paciente recibió manejo especializado con antibióticos y se realizó el drenaje del absceso.
Sin embargo, reza el comunicado, este presentó en su evolución clínica una 'falla hepática aguda, por lo cual nos encontramos en el proceso de análisis e investigación de lo sucedido'.
La General del Norte precisó además que 'el niño recibió en todo momento atención integral, por un equipo de salud idóneo y con alta competencia conformado por Pediatra, Neurólogo Pediatra, Nefrólogo Pediatra, Cirujano Pediatra y Pediatra Intensivista.
El caso
En diálogo con EL HERALDO, Stefany Ramírez Marín, madre del pequeño, manifestó que este fue llevado a la clínica debido al convenio existente entre la institución y el Ejército, pues su padre Manuel Vanegas Ramírez, se desempeña como sargento.
Seis días después de su ingreso, es decir el 9 de octubre, Emanuel fue ingresado al quirófano para que le drenaran el absceso.
Del procedimiento quirúrgico el menor salió al mediodía. Según la madre, estaba somnoliento por los efectos, y aun cuando no pudo ni pararse, respondía a los estímulos externos y reconocía a sus padres.
Esta situación cambió hacia las 5 de la tarde de ese mismo día, cuando Stefany dice que su hijo empeoró. 'Normalmente era despierto, alerta y enérgico, pero estaba dormido todavía y no respondía a mi voz', anotó la mujer, quien inmediatamente llamó al médico de piso. Este le respondió que el letargo se debía a que 'la anestesia golpea fuertemente a los niños de esa edad'.
No obstante, Stefany asegura que nunca había visto que estos efectos duraran este lapso. Por esta razón volvió a llamar la atención de los encargados de pediatría a las pocas horas.
'Me respondieron que al siguiente día se definía la situación de acuerdo a como despertara', explicó.
Según cuenta Estefany, ella le demostró al siguiente médico que visitó a su niño que no respondía a estímulos externos.
Por esta razón le practicaron un TAC el martes 11 de octubre. Al terminar el procedimiento le informaron que su hijo sería trasladado a la unidad de cuidados intensivos pediátricos.
'Allí lo intubaron porque su estado neurológico no le permitía una respiración espontánea', manifestó Estefany.
El toxicólogo llegó esa noche y definió que lo que afectaba al niño podía ser una reacción al anestésico. Por esta razón le hicieron un electroencefalograma.
Una de las situaciones que le causó especial indignación a la madre fue el hecho de que el neurólogo visitó a su hijo el miércoles 12 de octubre, '20 horas después de entrar a UCI'.
Este examen definió, según la madre, que tenía los niveles de amonio en la sangre muy altos y por tanto debían hacerle una hemodiálisis. Este procedimiento fue hecho a las 8 de la noche de ese miércoles, 11 horas después del diagnóstico del neurólogo.
Al finalizar la hemodiálisis, le informaron a la madre que su hijo de tan solo 13 meses tenía muerte cerebral.
En la madrugada del domingo 15 de octubre, Estefany recibió un llamado de la clínica para que se acercara a visitar a su hijo. Al llegar lo encontró sin signos vitales.
Lo que afectaba al niño aún no está claro para sus familiares. 'Hubo algo que no sé qué fue, para eso solicité la autopsia, qué le dañó el hígado a mi hijo y fue fulminante. Por eso acumuló el tóxico, amonio, que fue a su sangre y a su cerebro', manifestó la madre.