Desde mayo de 2016 a la fecha, la Policía Metropolitana de Barranquilla ha capturado a un vasto número de presuntos delincuentes.
Sin embargo, de esas capturas llama la atención las de seis hombres y una mujer que, sin vergüenza alguna, sonrieron para la fotografía de registro policial. El primer caso fue el de Jessica Lopera Bolívar que, junto a otra mujer y un hombre, atracaron a un taxista en el barrio Los Andes.
Tras la aprehensión, la mujer sonrió e inclusive posó para el patrullero encargado de la fotografía. Pese a que Jessica Lopera y sus cómplices aceptaron cargos por hurto calificado y agravado, el juez consideró que 'no eran un peligro para la sociedad' y ordenó ponerlos en libertad.
En noviembre del mismo año la mujer fue capturada y enviada a prisión, señalada del homicidio de su novio John Mario Álvarez Giraldo, ocurrido el 19 de junio de 2016.
El pasado 4 de mayo Lopera Bolívar se fugó del Centro de Reclusión Femenino El Buen Pastor, pero 48 horas después fue recapturada y nuevamente volvió a sonreir para la cámara fotográfica.
En marzo pasado la Policía capturó a Fernando Morales Osorio uno de los 19 delincuentes más buscados en Barranquilla y el área metropolitana.
Alias el Fen fue capturado en Soledad y al momento de ser fotografiado, el presunto delincuente bajó la cabeza y sonrió.
Otros casos
Jhonanderson Racedo Ramírez fue arrestado en febrero pasado con una granada de fragmentación en su poder y un revólver calibre 22 sin permiso para porte. Un juez le dictó medida domiciliaria y el 19 de julio fue asesinado a tiros en el barrio Carrizal.
El día de su captura, ‘el Poeta’, como era conocida la víctima, sonrió para la cámara de registro policial.
En marzo pasado fueron capturados Osvaldo Pedroza Martínez, de 22 Años; y Óscar Villa Colón, de 18, señalados de haber cometido un robo mediante intimidación con un arma neumática a los comensales de un restaurante.
Tras ser capturados, los dos salieron sonrientes y sin ningún reparo de culpa en la fotografía.
El 16 de octubre pasado fue asesinado de siete tiros Jesús Alberto De la Cruz Pérez, alias ‘el Coti’. Por el hecho ocurrido en el barrio La Chinita la Policía capturó a Yeferson de Jesús Zúñiga Cotray.
El joven de 18 años también sonrió para la cámara.
El caso más reciente sucedió el pasado 22 de octubre en la carrera 36 con calle 41, centro de la ciudad. Allí fue asesinado con pico de botella el indigente Alides Jesús Tete Pacheco.
La Policía arrestó a Hamilton Ahumada Hernández, señalado como el responsable del hecho, quien al igual que los anteriores, sonrió para la cámara.
¿A qué se debe?
Para el sicólogo social de la Universidad del Norte, magíster en desarrollo social y profesor de la universidad Simón Bolívar, Juan Carlos Marín Escobar, El comportamiento del delincuente, en especial el del que es reincidente, el tema se centra en las conductas sociopáticas o sicopáticas.
En concepto del experto, su estructura está desconectada de lo que representa la culpabilidad o el daño que pueda causar.
'Son conductas que disocian el comportamiento que han tenido con lo que para la sociedad significa, un delincuente, una persona que de manera reiterada no siente culpa, no siente remordimiento, en muchas ocasiones lo que siente es satisfacción por lo que ha hecho', dijo el sicólogo social.
Para el experto, una persona que comete un delito siendo normal, no sociopática o no sicopática, porque de pronto se vio avocado a ello por una presión social o una situación económica muy difícil, no actúa en contra de la ley, y al ser sorprendidas la reacción que muestran es de temor, angustia, miedo y hasta arrepentimiento.
'En cambio las personas sociopáticas o sicopáticas no siente pena por él, ni por la sociedad ni por lo que puedan pensar, en muchas ocasiones hay hasta una complacencia', explicó el sicólogo social Juan Carlos Marín Escobar.