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En un recorrido por varios puntos de la ciudad, EL HERALDO detectó que algunos de los puestos de chance de la empresa SuperGiros se encuentran cerrados y, los que no, tienen una permanente vigilancia policial.     

Esta medida temporal ha sido adoptada dos días después de ocurridos los asesinatos de los vendedores de chance José Manuel Chiquez Rojano y Martina Luz Villa. 

En el día de ayer, el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Mariano Botero Coy, informó que hasta el momento no se tienen hipótesis claras sobre los homicidios ocurridos en Soledad y Juan de Acosta, por lo que anunció la llegada de un grupo antiextorsión a la ciudad y la creación de un grupo élite para investigar los móviles de los dos homicidios.

Por su parte Yesid Turbay, jefe de la Oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Distrito, ofreció una recompensa de 50 millones de pesos por información que permita dar con los autores materiales de los dos homicidios de vendedores de chance.

Algunos vendedores de chance que prefierieron la reserva de sus identidades, manifestaron sentirse con miedo por posibles nuevos atentados en su contra.

'Hoy llegué tarde y no iba a abrir el local, pero como tengo que pagar una plata no veo de otra; ya pedí que me pusieran un vigilante o un policía, pero si no me lo ponen, cierro y me voy para mi casa', contó una vendedora a este medio.