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Los cadáveres de seis perros sobre la arena de la nevada de la empresa Transportes Lolaya fueron la primera imagen que alertó al vigilante de que algo sucedía en el lugar, ubicado en la carrera 5A con calle 51 del barrio Prado Soledad, en Soledad, donde ayer en la madrugada asaltantes se robaron $20 millones. 

De acuerdo con el recuento del gerente de la empresa Germán Peña, a renglón seguido el vigilante alcanzó a divisar a ocho hombres encapuchados y armados con revólveres que caminaban en su dirección. Se abalanzaron en contra de su humanidad para detenerlo. 

'Entraron por el lote baldío que queda al lado', manifestó el gerente de Lolaya. El ingreso ocurrió a las 2 de la madrugada de ayer.

El terreno está cercado con alambres de púas, pero los delincuentes, al parecer, habrían destruido la protección e ingresaron. 

En el lote utilizaron un veneno, desconocido por las autoridades, que suministraron a través de alimentos para acabar con la vida de los perros. Su objetivo era que los animales de guardia no dieran aviso previo al equipo de dos celadores que se ocupan de la vigilancia en la noche. Uno de ellos hacía las rondas alrededor del predio y fue quien se encontró con los criminales. El otro permanecía en el puesto ubicado en el frente del lote. 

Peña contó que después de amordazar e inmovilizar a los vigilantes, los delincuentes se dirigieron directamente a la zona de recaudo. 

'Reventaron las puertas y llegaron a la caja fuerte', detalló. Al parecer, vulneraron la cerradura sin necesidad de romperla por lo que se presume que tenían llaves. La empresa aun desconoce la cantidad exacta del robo, pero calcula que fueron alrededor de 20 millones de pesos en efectivo, lo producido durante el fin de semana. 

La empresa tenía un sistema de cámaras de seguridad. No obstante, un detalle que inquieta a las autoridades es que los ladrones se llevaron los DVR, es decir, el sistema que almacena el contenido que graban las cámaras junto a dos portátiles. 'Al parecer conocían la ubicación de exacta de cada cosa para llevar a cabo su plan', comentó una fuente judicial con conocimiento del caso. 

Luego de que los criminales se dieran a la huida por la puerta principal, uno de los vigilantes logró zafarse de las ataduras y dio aviso a las autoridades. 

Agentes de la Sijín, de acuerdo con el testimonio de Peña, se acercaron al lugar de los hechos en la mañana de ayer y tomaron el registro dactilar de la oficina y la caja fuerte especialmente para de esta forma intentar identificar a alguno de los criminales que ingresaron a la empresa y manipularon objetos dentro de ella. 

El gerente manifestó que era la primera vez que sufrían un robo en la empresa. 'Hubo pérdidas lamentables, no solo el dinero, me duelen por igual los ‘perritos', concluyó.