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Investigadores de la Policía del Atlántico recopilan pruebas y buscan testimonios en torno al caso de los dos hombres que fueron hallados muertos a bala dentro de un automóvil Chevrolet Sprint blanco el pasado puente festivo en la trocha Altamira, entre Tubará y Galapa.

Una de las hipótesis que maneja la autoridad es que probablemente el que cometió el asesinato viajaba en la parte trasera del vehículo, de placas EUO-155 y propiedad de Víctor Alfonso Hernández Villa, una de las víctimas.

'Quien ocasionó el hecho probablemente iba dentro del vehículo, por la trayectoria de los disparos; es un tema que técnicamente se tiene que evaluar dentro de la investigación', dijo el coronel Raúl Riaño, comandante de la Policía del Atlántico.

Además de esto, detectives también buscan dentro del automotor elementos como ojivas o casquillos de bala, así como restos de ADN, para tratar de dar con el autor material del hecho de sangre. Esto se suma a las indagaciones a allegados de las víctimas.

Precisamente, el pasado lunes festivo, los familiares de Hernández Villa dijeron que la segunda persona muerta era Luis Riales Cañate, natal de Valencia, Venezuela, y tenía aproximadamente 34 años.

El coronel Riaño confirmó que ninguno de los dos asesinados tenía antecedentes o aparecían vinculados a un proceso judicial.