Durante más de dos años las autoridades han llevado una investigación en contra de una banda llamada Los Panchirris, que funcionan en el barrio El Bosque y sus alrededores.
El pasado lunes, este proceso dio sus primeros frutos, cuando agentes de la Policía materializaron ordenes de capturas para diez de sus 20 integrantes.
Esta banda, según la investigación que adelanta la Fiscalía Primera Especializada adscrita al Gaula, se dedica al tráfico de armas de fuego, de estupefacientes, extorsiones, y a homicidios bajo la modalidad de sicariato.
Los aprehendidos fueron identificados por las autoridades como Osmar Enrique Durán Arias, alias el Moña; Dubis Esther Ortega Ospino; Pedronel Ortega Ospino; Brayan Enrique Pedroza Laverde; José Alfredo Taboada Sevilla; Delia Dolores Gutiérrez; Miller José Arcón Gutiérrez; Edwin José Salinas Navarro; José del Carmen De la Hoz Barrera; David Jesús Herazo Vázquez. Además dos integrantes más fueron notificados en centros carcelarios.
La audiencia de legalización de captura fue llevada a cabo el pasado miércoles, pero la imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento, donde la Fiscalía expresa de manera pública las pruebas que tiene contra los capturados, fue aplazada para el próximo lunes.
No obstante, de manera extraoficial, EL HERALDO conoció que el jefe de la banda es alias Daniel, quien no fue capturado durante el operativo.
Las ordenes de sicariato son manejadas por ‘Daniel’. Algunas de las víctimas que le son atribuidas a la banda son Ray Delvis Sugar Rojas Consuegra, alias ‘Sugar’, en hechos ocurridos el 30 de agosto en el barrio Santo Domingo, y Ricardo Ballestas Córdoba, alias el Cabezón, en el barrio Nueva Granada.
Sugar había salido de la cárcel dos meses antes de que lo asesinaran y era vinculado con la banda delincuencial Los Rastrojos.
Ballestas Córdoba, por su parte, era señalado por la Policía como un sicario de la banda ‘los Boquisucios’.
'Funcionan como una oficina de sicarios, si les pagan la cuota, matan al que sea, no importa a que bando pertenezca, si es por razones personales o por limpieza social', explicó la fuente.
De acuerdo con la investigación, los integrantes de la banda hacen 'inteligencia', es decir, un seguimiento a su víctima, para de esta forma determinar el precio que cobrar según la dificultad del ataque.
En cuanto a la extorsión, sus principales víctimas, según una fuente judicial cercana al caso, son 'ollas de vicio'.
'Cobran vacunas por no vender el estupefaciente que ellos proporcionan', manifestó la fuente.