La mañana del miércoles 3 de enero fue la última vez que Yanethzy Díaz vio a su hijo Anderson, antes de irse junto con su hermano menor para Cabica, en Soledad, a visitar a su abuelo y a sembrar cebollas. 'Me dijo: mami, dame 2.000 pesos que me voy para allá con Keiner. Él se iba a regresar hoy (ayer), pero ayer se me murió'.
Anderson Luis Castro Díaz (16 años) murió electrocutado a pisar una guaya en una finca, cuando se encontraba con otros muchachos ‘buscando pajaritos’. 'Él estaba recreándose con otros compañeros. Mandó a los otros a buscar unas piedras para cazar y por eso estaba solo cuando pisó la guaya, cuando llegaron, lo encontraron boca abajo'.
La familia del menor señala que el dueño de la finca donde ocurrió el hecho acostumbra a poner electricidad en las cercas 'para que la gente no pase'. 'Allá en la vereda todo el mundo sabe, pero nadie dice nada, a la gente le da miedo porque el señor es de plata'.
El hecho se registró alrededor de las 2 de la tarde, sin embargo, a las 4:00 p.m. lo encontraron y fue trasladado al hospital Juan Domínguez Romero, a donde llegó sin signos vitales. 'Mi suegro, que estaba con Keiner regando con motobombas, fue al que le avisaron. Lo recogió y lo llevó al hospital en un motocarro', dice José David Padilla, padrastro del menor.
Anderson, hincha fiel del Junior de Barranquilla, estaba próximo a retomar sus estudios. Tenía pensado matricularse el martes para validar el bachillerato y darle un diploma a su mamá. 'Nosotros fuimos a buscar el folleto para que nos dijeran cuáles documentos debíamos llevar para que se matriculara. Él me había dicho que quería hacer todo el bachillerato desde sexto, porque lo había dejado a la mitad y poder graduarse. Quería estudiar de noche para trabajar de día, a él le gustaba tener su dinerito para comprarse sus cosas', agrega Yanethzy.
Recuerda que el 31 de diciembre, estando en la casa del barrio 7 de agosto, de Soledad, donde vive la familia, lo vio triste, como nunca. 'Se me encerró temprano, le dije: ¿mijo, qué tienes? Lo noté raro, pero me dijo que no tenía nada'.
'Como que la mala hora lo estaba llamando porque el martes se iba a ir para allá y se quedó, le dio flojera. Al día siguiente me dijo: mami, dame 2.000 pesos que me voy para Cabica, dame pasaje para mí y para Keiner. Le di 5.000 pesos, compró los panes y se quedó con los pasajes para él y para el hermano. Le dije que lo cuidara mucho porque yo había soñado que sus hermanitos se habían ahogado', solloza Díaz.
La última comunicación del joven, al que según su familia 'le gustaba jugar con niños más pequeños, correr, cazar y tener noviecitas', fue a la 1:55 de la tarde. Le escribió a la mamá para ponerle quejas del hermano. 'Se me acabaron los datos y no pudimos hablar más. A las 4:58 me llamaron a decirme y yo escribí, pero ya se me había matado mi hijo'.
Habla Electricaribe
La empresa de energía indicó que el incidente se presentó con una red antitécnica instalada para llevar energía a una parcela. Así mismo, afirmó que la línea por la que murió electrocutado Castro Díaz no es de Electricaribe. Hizo un llamado para que las redes eléctricas no sean manipuladas en los hogares.