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Dos trabajadores del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) denunciaron este miércoles que fueron removidos de sus cargos dentro de la cárcel La Modelo de Barranquilla luego que denunciaran ante los medios de comunicación irregularidades en la comercialización de alimentos dentro del penal.

Los dragoneantes Milton Aníbal Ospino y Freddy Patiño Hernández, quienes laboraban en el área de transporte y asesoría jurídica, aseguran que las medidas fueron tomadas luego que se realizara un operativo dentro de la cárcel en la que, entre otros elementos, se incautó una nevera en la que guardaban productos que eran ilegalmente administrados por los reos.

'Fuimos llamados por nuestro superior inmediato y nos dijo que entregáramos los cargos de inmediato sin darnos ninguna justificación', aseguró Aníbal, involucrado en el caso y presidente del sindicato del Atlántico.

Según lo relatado por los funcionarios, que vienen reportando los hechos desde hace un par de años, la administración de los expendios de alimentos dentro de La Modelo está a cargo de algunos presos, entre los que se destaca alias el Guajiro, quien tendría el monopolio de los productos y sus precios cobrando valores duplicados y hasta triplicados por ellos.

'Las denuncias se hicieron por escrito a la Regional Norte. Ellos nos dijeron que ya habían abierto las investigaciones, pero nunca pasaba nada. Solo nos decían que ya estaban investigando', dijo Aníbal, quien agregó que la Regional 'no tienen ningún interés en que se conozca la verdad'.

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Internos también denunciaron

El sindicalista agregó además que ellos no son los únicos en denunciar el hecho, dado que internos del penal también lo han hecho anteriormente y, sobre el caso, tienen conocimiento los funcionarios de la Regional y del nivel central.

Anteriormente, en 2015, un grupo de internos de la prisión envió un comunicado firmado al director de la Regional Norte del Inpec, Carlos Julio Pineda Granados, en el que denunciaban los abusos a los que estaban siendo sometidos por parte de sus compañeros presos quienes administraban los expendios. Según el documento, 'les pedían dinero en efectivo para adquirir los productos'.

Frente al caso, una fuente del Inpec en Bogotá aseguró que se abrió una investigación disciplinaria por parte de la oficina de Control Interno con el fin de aclarar lo ocurrido. Agregó que dentro del instituto penitenciario son comunes los traslados de funcionarios y que estos corresponden a 'movimientos administrativos normales'.

Sobre el proceso de cambio de cárceles, la fuente señaló que es necesaria una resolución que la apruebe y que hasta el momento no han tenido acceso a la del traslado de estos dos trabajadores.

Rechazo del sindicato

Por su lado, la junta directiva del sindicato nacional del Inpec rechazó en un comunicado los traslados de dos de sus miembros y señaló el caso como un hecho de 'persecución sindical'

Según el texto,los actos ejecutados por el director de la Regional Norte del Instituto, envían un mensaje equivocado a quienes laboran en el Instituto.

'Esto genera un mensaje errado para los trabajadores penitenciarios frente a las represalias de las cuales pueden ser víctimas por denunciar las acciones irregulares que se evidencian y que desdibujan la misión, compromiso y sacrificio que realizan en su actividad diaria al servicio del Inpec', afirma el comunicado que también asegura que estas denuncias serán elevadas al ministerio de Justicia.

EL HERALDO intentó comunicarse con el director regional Pineda para conocer su versión de los hechos, pero no fue posible establecer comunicación con él.

Lo cierto es que la investigación interna será la que determine quién tiene la razón y si los dos funcionarios afectados realmente fueron trasladados de lugar de trabajo como represalia, según ellos mismos denuncian.

¿Cómo funcionan los expendios de alimentos en las cárceles?

Dentro de los establecimientos carcelarios se encuentra 'prohibido el uso del papel moneda' por lo que los internos deben adquirir productos por medio de códigos.

Los familiares de los reos consignan el dinero en una cuenta bancaria única a nombre del procesado, quien posteriormente recibe un código o bono de compra con el que se adquieren los alimentos y productos en los expendios de alimentos regulados por el Inpec.