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'Él está preso pero es un ser humano y merece atención, él también tiene corazón y sufre', afirma Nasly Bujato Castro, madre de Jefferson Hernando Macchi Bujato quien se encuentra recluido en el Hospital General de Barranquilla.

El joven de 22 años, condenado a cuatro años en la Cárcel Distrital El Bosque por el delito de porte ilegal de armas de fuego, padece de meningitis y se encuentra estable.

'Desde pequeño ha sufrido de otitis que le dan fuerte y se le infecta el oído', manifiesta la madre de dos hijos además de Jefferson.

Por esta razón, el 20 de enero, cuando comenzó a presentar síntomas de otitis, la mujer se comenzó a preocupar.

'Las condiciones sanitarias de la cárcel no son las mejores, no hay medicamentos para los presos y hay un tremendo hacinamiento', detalla la mujer. En el centro de reclusión hay un médico que no se encuentra las 24 horas del día allá sino que visita la cárcel para revisar a los enfermos.

Fuentes del penal afirman que debido a la problemática con el hacinamiento y los recursos se dificultan los traslados de los reos a centros asistenciales a menos que haya una situación de gravedad.

Nasly compró las medicinas de su propio bolsillo y comenzaron el tratamiento. No obstante, los antibióticos no surtieron efecto, y el joven necesitaba ser atendido en un centro médico.

A principios de febrero, cuenta la madre, lo llevaron al Club de los Leones pero allá no tenía el dinero suficiente para un TAC. El joven, que comenzó a pagar su pena el pasado 3 de mayo, continuaba con fiebre constante y un dolor agudo en la oreja derecha.

Solo fue hasta el domingo 25 cuando el Jefferson Macchi amaneció en su celda con los ojos hinchados que fue llevado de urgencia al Hospital General de Barranquilla donde actualmente se encuentra recluido recibiendo atención médica.

Ya se encuentra estable pero necesita ser remitido a un centro de mayor complejidad pues aún no ha cesado el peligro por la meningitis que padece.