Cuando se movilizaba en su motocicleta por el barrio Por Fin, suroccidente de Barranquilla, Felipe Rincón Carreño, de 37 años, fue interceptado por dos hombres que se transportaban en un vehículo similar; el parrillero se bajó y le propinó dos disparos cuando se dirigía a cobrar la cuota de un préstamo a una persona del sector.
'Él siempre había trabajado independiente: vendíamos mercancía, prestábamos plata. Hace cinco años lo habíamos perdido todo, cuando nos robaron un almacén que teníamos en el barrio La Paz, pero ya nos estábamos recuperando. Un día llegamos al local y cuando abrimos se habían llevado todo', dice Angélica Ramos, esposa de la víctima desde hace seis años.
En su casa, sus dos hijos, de 14 y 5 años, están desconsolados por el homicidio de su papá, se preguntan cuál fue la razón para que las personas, que aún no han sido identificadas, hayan acabado con la vida de su papá. 'Ellos están muy mal. A finales de noviembre empezamos a recuperarnos de la crisis que tuvimos y ahora pasa esto', agrega la mujer.
'Él estaba feliz, Ica, porque le estaba yendo bien. ¡Felipe, por favor no me dejes!, Ica, él estaba contento', grita desesperada.
Hay varias hipótesis sobre el asesinato de Rincón Carreño: una está relacionada con un problema con una mujer por el pago de un dinero. 'Eso es mentira. Él nunca fue problemático, era muy tranquilo y confiado, tanto que no andaba armado. Al parecer fue para atracarlo', agregan sus familiares.