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Juan Ramón Cabrera Amaya, un ciudadano español, oriundo de la provincia de Cataluña, y José Eugenio Rodríguez Zapata, un mecánico nacido en Barranquilla, pero quien lleva radicado en Estados Unidos hace más de 40 años, aseguran haber sido estafados por Víctor Hugo Díaz Amaranto, representante legal de la sociedad Multiservicios Díaz de la Costa, quien, según ellos, les ofreció venderles unas casas en remate.

En el caso de Cabrera Amaya, el ciudadano extranjero afirma que en febrero de 2014 un amigo le recomendó a Víctor Hugo Díaz Amaranto, quien supuestamente vendía casas en remate, a lo que accedió y lo visitó en su oficina ubicada en el centro de la ciudad.

Dice Juan Ramón Cabrera que al llegar, Díaz Amaranto le mostró un catálogo con fotografías de varias viviendas, una de las cuales le gustó y preguntó por el valor, a lo que asegura que Díaz Amaranto le dijo que costaba 100 millones de pesos, pero para poder participar en el supuesto remate tenía que consignar inicialmente el 40 por ciento del valor total del inmueble, y si este le era adjudicado, tenía como plazo máximo tres días para cancelar el valor total de la vivienda.

'Apenas llegamos un acuerdo entregué 8 millones de pesos en efectivo, luego me indicaron que para el día siguiente tenía que consignar en un banco 37 millones 600 mil pesos, que era como el derecho para participar como postulante', asegura el español.

Transcurrido un mes, manifiesta Cabrera, consignó en el banco otros 37 millones de pesos, además de otros dineros por conceptos como predial a nombre de su esposa, una revalorización de la supuesta casa que le iba a ser adjudicada por unas obras que le habían hecho, entre otros que sumaron en total 113 millones de pesos.

'La fecha de la entrega de la casa quedó para 18 de noviembre de 2014, en vísperas de esa fecha nos llamaron para que estuviéramos atentos, que si no íbamos era mejor porque al tener que desalojar a las personas se producirían escenas desagradables, me sentí incluso culpable de haberme quedado con un bien que le iban a quitar a otro', recuerda el extranjero.

Asegura que nuevamente lo volvieron a llamar para que llevara unos candados, pero 'nunca aparecieron y tampoco en el despacho'.

'Nos enteramos que Víctor Hugo estaba en Venezuela, que se había ido a hacer unas supuestas curas que se hace periódicamente en la columna según dijo, pero después vimos en Facebook las fotografías de la juerga que se habían pegado en Venezuela, su primo el teórico socio que se iba a hacer cargo del asunto, abanicándose con billetes de 50 mil pesos', recuerda Juan Ramón Cabrera.

Luego, prosigue el español, fue al banco para averiguar por las dos transacciones que había hecho, pero el funcionario le informó que no aparecían consignaciones paran la compra de viviendas en remate, y le dijo que había sido engañado.

Luego de ubicar a Díaz Amaranto y exigirle la devolución de sus dinero, Cabrera dice que este lo citó en su oficina para, supuestamente, hacerle entrega de los 133 millones de pesos, pero asegura que el presunto estafador, en compañía de tres hombres más, lo querían obligar a firmar un documento en el que le devolverían el dinero tres meses después, a lo que no aceptó.

Cabrera dice que instauró una denuncia penal en la Fiscalía en febrero de 2015, pero que hasta la fecha la denuncia ha pasado por cuatro fiscales y no le dan respuesta alguna.

'En la Fiscalía me han estado engañando y arrastrando en el tiempo, contándome el mismo cuanto cada vez que iba, ya hasta les daba vergüenza que se escondían', reclamó el ciudadano español.

¿Dónde están las leyes?

En marzo de 2015, José Eugenio Rodríguez Zapata denunció ante la Fiscalía a Víctor Hugo Díaz Amaranto por el delito de estafa, a quien asegura le consignó dos cheques por valor de 140 millones de pesos por la compra de una supuesta casa en remate, sin embargo, dice que Díaz Amaranto no le vendió la casa que le había ofrecido y tampoco le devolvió el dinero.

En declaraciones que entregó a este medio en diciembre de 2016, Rodríguez Zapata informó que en diligencia de conciliación llevada a cabo en la Procuraduría, Díaz Amaranto reconoció haber recibido dicha cantidad de dinero y también se comprometió a la devolución del mismo, pero tampoco cumplió.

'He sido estafado por un delincuente que está en la calle, la Fiscalía lo sabe, todo el mundo lo sabe, pero nadie hace nada; si esa persona estuviera en Estados Unidos, el primer día ya lo hubieran metido preso y después que buscara a un abogado para que se defendiera', dijo Rodríguez Zapata.

El colombo-norteamericano reprochó la reacción de la Fiscalía con las denuncias instauradas por él y por el ciudadano español, señalando que la el ente investigador no defiende a las víctimas. 'Ese tipo trae orquestas, hace rumbas, está en Facebook y nada que lo capturan, ¿dónde están las leyes me pregunto?'.

A Víctor Hugo Díaz Amaranto le figuran dos denuncias en la Fiscalía, una por el delito de estafa agravada y otra por estafa en menor cuantía.