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María Esther Petit Brito, de 21 años, tiene quince días internada en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Barranquilla, luego de que le inyectaran un litro y medio de silicona líquida en los glúteos y esto le causara una grave reacción, provocándole el daño de un riñón y otras complicaciones.

Hace un año, la mujer llegó de Barquisimeto, estado Lara, a Barranquilla para 'buscar un mejor futuro, como todos los venezolanos que vienen a este país', según contó Lizbeth Brito, tía de la víctima, pero su 'vanidad' la llevó a permitir que le realizaran un procedimiento quirúrgico sin las condiciones de salubridad necesarias. 'Ella se vino para tener mejores oportunidades. Allá la cosa está muy fea y eso no es un secreto. Como ella es esteticista y especialista en diseño de cejas, vino a trabajar en un salón de belleza', dice la mujer de 52 años afuera del Hospital Barranquilla, luego de que se terminara la hora de visita.

El 22 de marzo, Petit Brito recibió en su casa ubicada en la calle 75 # 46-05, barrio El Porvenir, a la persona que se encargó de practicarle el procedimiento, una mujer transgénero, a la que tiene registrada en su celular como ‘solo pompi’ y a quien le habría pagado 300 mil pesos por el trabajo que le ayudaría a aumentar sus glúteos.

El procedimiento fue realizado en el mismo apartamento que la joven comparte con una compañera. 'En las fotos de ese día se ve que él la acostó bocabajo sobre una bolsa plástica negra que puso en la cama, le amarró unas vendas debajo de las nalgas y le puso varias inyecciones. Ahí no había las condiciones de salubridad requeridas para este tipo de prácticas, por eso es que ella reaccionó tan mal a ese líquido. Su cuerpo lo rechazó enseguida, llegó casi muerta a la clínica donde la llevaron primero', explicó Brito.

Luego de varias horas de haberse puesto el líquido para el aumento de las nalgas, Petit Brito empezó a sentirse mal y a tener náuseas, como quedó registrado en unas conversaciones que sostuvo vía whatsapp con Carlos Toyo, el venezolano amigo de su familia que le habría presentado a la persona que le inyectó la silicona. 'Estoy muy débil y me siento mal. He vomitado mucho, ¿eso es normal?', le escribió. Sin embargo, la respuesta del hombre fue que estos síntomas eran normales y que tomara agua con azúcar.

Como pudieron, dos amigas la bajaron desde el cuarto piso del edificio por las escaleras y fue llevada a un centro asistencial, donde no la aceptaron por no tener EPS. De ahí fue remitida al Hospital General de Barranquilla.

'Lo que le hicieron a mi hija es un crimen, es inconcebible que una persona haga algo así. Me le hicieron un daño de por vida y el médico dice que si llega a salir de esta, por su grave estado, va a quedar condenada a hacerse diálisis. Ella estaba muy bien, tenía su cuerpo bonito y buenas nalgas, no sé por qué quiso hacerse eso en esas condiciones', señaló Rosa Brito, madre de la víctima.

María Esther le había comentado a su familia que, según Carlos, era un procedimiento seguro y que ese mismo día la mujer trans había hecho ocho intervenciones más en diferentes lugares. 'No puede seguir libre, tiene que pagar por lo que le hizo a mi hija. No puede ir por ahí haciendo este daño, mire esas otras personas, quién sabe en qué condiciones quedaron', agregó la madre, que afirma temer por su vida luego de haber puesto la denuncia.

'Solo lo pueden hacer médicos'

La secretaria de Salud, Alma Solano, señaló que ya están tras la pista del trans que le habría realizado el procedimiento a la joven. Indicó que desde su dependencia, y en colaboración con las autoridades, están haciendo todo lo posible por dar con el paradero del responsable. 'Lo primero que tenemos que hacer es cuidarnos nosotros mismos. Este tipo de procedimientos solo lo pueden realizar médicos'.