El día que Nataly estaba con su prima Laura frente a la pantalla del computador y vio que le enviaron unas fotos suyas desnuda, desde una cuenta de Facebook desconocida, sintió 'uno de los miedos más grandes de mi vida', pues alguien había robado el material que tenía en su celular. Según su versión, nunca compartió con nadie sus imágenes, sin embargo, esa persona las tenía y la estaba chantajeando para no difundirlas.
'Ya eso va a tener un año, pero la consecuencia fue que debí mudarme de Barranquilla. La persona que me mandó mis propias fotos me decía que si yo quería recuperarlas, nos teníamos que reunir en el lugar que él quisiera. No me pidió dinero, pero sí un encuentro íntimo. Me trató de contactar en cuatro ocasiones desde diferentes perfiles, pero yo no accedí y tampoco lo denuncié. Cuando la situación se me salió de las manos, le conté a mi mamá y ella me dijo que me fuera a vivir con ella a Chile, donde reside desde hace seis años', explica Nataly, de 18 años.
Laura, por su parte, indica que ella sí hacía sexting con su esposo cuando estaba de viaje. 'Como nosotros estábamos separados muchos días al mes, nos mandábamos fotos íntimas para jugar y para sentirnos cerca. Debo confesar que no era muy cuidadosa con eso porque no pensaba en las consecuencias, pero el día que vi que a Nataly le ‘hackearon’ las fotos, dejamos de hacerlo para evitar inconvenientes'.
El caso de Nataly no está distante del de la joven de 16 años que el mes pasado le ganó la batalla al miedo y denunció a Julio Alejandro Acuña Mulett, la más reciente persona capturada en Barranquilla por la modalidad de extorsión por sexting, con quien habría tenido una relación.
Ella, confiada por el lazo que había entre ambos, pensó que no habría problema con el material en el que quedaron registrados sus encuentros sexuales, sin embargo, tras terminar la relación, las imágenes fueron usadas en su contra.
La aprehensión tuvo lugar el 21 de marzo en el barrio La Unión, cuando Acuña Mulett, de 19 años, caminaba por la calle 38B con carrera 17. Fue detenido por exigirle un millón de pesos a la joven, a cambio de no publicar sus fotos, indica la denuncia. Según la investigación que adelantan las autoridades, el hombre habría grabado videos y tomado varias fotos de las relaciones sexuales que sostuvo con la menor. Por su presunta actuación, un juez consideró que debía ser asegurado en la Penitenciaría El Bosque.
De acuerdo con el Gaula de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en lo que va del año han capturado a cuatro hombres en la ciudad. No obstante, los investigadores afirman que la mayoría de personas que son víctimas de este tipo de extorsiones prefieren no denunciar, como Nataly, que escogió cambiarse de país con tal de evitar a su victimario. 'Me dio temor que si yo lo acusaba publicara mis fotos, por eso decidí irme y dejar eso así. Nunca lo denuncié', explica la joven.
¿Qué es el ‘sexting’?
Cabe resaltar que el sexting, anglicismo que se usa para referirse al envío de mensajes sexuales, no es un delito. No obstante, se convierte en un peligro cuando este proceso, compartido y consensuado entre dos o más personas, se vuelve un mecanismo para chantajear o extorsionar al implicado.
'Cuando abusan de la confianza de exparejas o conocidos, y sacan de sus celulares fotos en las que se les ven sus partes íntimas o videos sexuales y quieren aprovecharse de ello, es extorsión por modalidad de sexting. No es el hecho de que se tomen las fotos y las envíen, sino lo que hace la persona que recibe el material', explican las autoridades.
El 12 de agosto de 2017, agentes del Grupo de Infancia y Adolescencia de la Policía Metropolitana capturaron a un hombre de 37 años señalado de la comisión de los delitos de extorsión mediante la modalidad de sexting a una niña de 12 años, en concurso con el delito de actos sexuales con menor de edad.
De acuerdo con la Policía Metropolitana, los hechos ocurrieron dentro de un café internet ubicado en la calle 51 con carrera 10C, en Soledad 2.000, donde el hombre habría amenazado a la menor con publicar videos de contenido íntimo –que decía tener de su pequeña víctima– en las diferentes redes sociales si ella no accedía a sus pretensiones sexuales.
La niña les informó a sus padres, quienes dieron aviso a las autoridades. Una de las pruebas que los investigadores recopilaron fueron las conversaciones entre ellos, en las que el hombre le decía que si seguía 'jugando' con él, iba a publicar los videos.
¿Por qué las personas se toman fotos íntimas y las envían a otros, sabiendo que puede haber un riesgo? De acuerdo con el sexólogo José Manuel González, 'a la gente le agrada producir emociones intensas. Es apasionante enviar una foto que sabes que va a excitar a la persona que la recibe. Esto genera la sensación de unión e intimidad, pero puede ser peligroso'.
Paloma es una paisa de 28 años que afirma enviarle fotos íntimas a su pareja sin ninguna restricción. 'Nosotros ‘sexteamos’ todo el tiempo porque no vivimos en la misma ciudad y encontramos en ello el mecanismo para tener intimidad, así sea de lejos. Esto lo hago porque es mi pareja estable y confío en que no va a tener consecuencias por su parte, pero lo que me da miedo es que se le pueda perder el celular o se lo roben. Igual lo seguimos haciendo, es mutuo: él me manda y yo le respondo'.
De acuerdo con el Gaula de la Policía Nacional, los departamentos donde se registra el mayor número de procesos de extorsión por la modalidad de sexting son: Cundinamarca, especialmente Bogotá, donde entre el año 2016 y lo que va del 2018 se han reportado 403; Antioquia, Valle del Cauca, Meta y Atlántico.
En materia jurídica, para este tipo de actos el Código Penal señala que si una persona obliga a otra a actuar en contra de su voluntad, afirmando que si no lo hace puede afectar su integridad, se expone a una condena de 16 a 32 meses de prisión. En cuanto a la extorsión, por obligar a una persona a través de la utilización de violencia o intimidación a realizar u omitir un acto o negocio jurídico con ánimo de lucro y con la intención de producir un perjuicio patrimonial, la ley establece prisión de 16 a 24 años como pena máxima.
'Todas las extorsionas terminan siendo lo mismo al final, por eso, independientemente del método que se utilice, será castigado con todos los años que indica la ley', agrega un vocero del Gaula.
Recomendaciones para ‘sextear’ sin terminar siendo una víctima de extorsión
Según los expertos, la recomendación más importante, aunque suene obvia, es no guardar material íntimo en los celulares, pues 'la tecnología puede fallar y los archivos se pueden replicar, aparte de que los robos de celulares están a la orden del día'.
De acuerdo con el Gaula, la mayoría de víctimas de esta clase de extorsión son menores de edad. 'Se debe ejercer un control por parte de los padres o adultos responsables sobre el acceso que tienen los menores a redes sociales, celulares y tabletas', recomiendan.
También es necesario tener precaución al momento de compartir imágenes y videos con contenido sexual. Además, se recomienda conocer en qué redes sociales tienen cuentas sus hijos; no acepte solicitudes de amistad de gente desconocida; no acceda al envío de fotografías de ningún tipo (íntimas, casuales), así sean solicitadas por personas conocidas; mantener sus contraseñas confidencialmente, no compartirlas con nadie y cambiarlas de manera frecuente.
Si quiere hacerlo, debe tener en cuenta que en ese tipo de imágenes es mejor no mostrar la cara o las señas que puedan identificar a una persona.