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El pasado 9 de mayo a las 6:10 de la tarde dos guardianes del Inpec de civil (un hombre y una mujer) trasladaron de la cárcel Modelo de Barranquilla a su lugar de residencia en Santa Marta al interno Alberto José Gómez Barliza, alias el Samario, a quien un juez penal municipal cobijó con medida de detención domiciliaria.

Al salir del establecimiento carcelario, Gómez Barliza se subió a un vehículo particular marca Chevrolet Optra, de placas KJI 656 de propiedad de uno de sus familiares, en el cual fue transportado hasta la mencionada ciudad.

El hecho constituyó una violación a los protocolos de seguridad del establecimiento carcelario y vulneró la integridad física de los funcionarios y del interno, que fueron asignados para el respectivo traslado, como lo denunció el dragoneante Alexander López Moreno, quien grabó un video con un celular para dejar constancia de la irregularidad presentada en el procedimiento.

'Ese fue un procedimiento irregular que se hizo por parte del teniente Jesner Lucumí Cobo, comandante de vigilancia del establecimiento carcelario ya que violó la resolución No. 006349 del 19 de diciembre de 2016 que en su artículo 176 se prohíbe realizar remisiones o traslados en vehículos no oficiales de propiedad o de posesión de los servidores públicos del Inpec, de sus parientes o de personas privadas de la libertad', dijo el funcionario del Inpec.

De acuerdo con el dragoneante López, el teniente Lucumí también hizo caso omiso a la directriz 0316 de marzo de 2015, emanada por el director de custodia y vigilancia, en la que da claras instrucciones de no realizar traslados nacionales en horas nocturnas.

La resolución número 8619 del 6 de septiembre de 2007 especifica igualmente que el traslado de internos debe ser 'mediante vehículos oficiales, en caso que el establecimiento no tenga o no sean proporcionados, verifique que exista en la orden de servicios el contrato de prestación de servicios respectiva del vehículo identificado con su placa, absténgase de involucrar en este tipo de contratos vehículos o motos de propiedad de familiares, por expresa prohibición legal'.

'Después de preguntarle al teniente Lucumí quién había ordenado el traslado del interno dejé de grabar, y fue cuando en ese momento me dijo que yo era un petardo h…, tres veces me lo dijo', denunció el dragoneante en diálogo con EL HERALDO.

Tras el hecho, el funcionario del Inpec notificó a Luis Fernando Cáceres Lyons, director de la cárcel Modelo sobre lo sucedido y a la Procuraduría General de la Nación, regional Atlántico.

EL HERALDO se comunicó con el director del establecimiento carcelario para conocer su opinión sobre lo ocurrido, pero este dijo que se encontraba ocupado. Posteriormente se le volvió a insistir, pero no respondió las llamadas.

El coronel Carlos Julio Pineda, director regional norte del Inpec, indicó al respecto que a primera vista 'hay una irregularidad que debe ser investigada'.

El funcionario agregó que el director del establecimiento carcelario y el teniente Lucumí deberán justificar porque tomaron esas decisiones.

'Ellos, ante cualquier ente de control, deberán justificar esa decisión o sino serán sancionados, de todos modos los derechos fundamentales de las personas priman sobre cualquier situación inoperante administrativa'.

Pineda dijo que 'se analizará si evidentemente hay vulneración a los protocolos de seguridad'.

Sobre Alberto José Gómez Barliza la Policía Metropolitana lo incluyó en el cartel de los delincuentes más buscados por el delito de hurto.

‘El Samario’, según las autoridades, sacaba servicios de telefonía celular en los diferentes operadores con documentación falsa y suplantaba a personas que tenían vida crediticia intachable.