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Desesperados dicen sentirse los comerciantes de telas que tienen sus negocios ubicados en la carrera 44 entre calles 32 y 33, en un edificio abandonado en el centro de la ciudad, por el consumo permanente de sustancias alucinógenas por parte de habitantes de la calle.

A través de la línea wasapea a EL HERALDO, los comerciantes afectados enviaron fotografías y videos en los que se evidencia la problemática que enfrentan diariamente.

'La situación es desesperante no solo para nosotros los comerciantes que nos vemos afectados por la presencia y el consumo de drogas de estas personas sino también para los clientes y las demás personas que a diario transitan por acá y que se exponen ante un eventual acto delincuencial', dijo uno de los comerciantes del sector.

Los afectados hacen un llamado a la Policía para que les solucione el problema.