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'‘El Cobarde del Matadero’, así es como deben decirle a esa bestia'. Las palabras son de Luz Divina Cabarcas, la madre de Gabriela Andrea Romero Cabarcas, la estudiante del Sena violada y asesinada en un sector enmontado de Caracolí (Malambo), y por cuyo crimen procesan a Lebith Rúa Rodríguez.

Este sujeto intentó suicidarse el martes pasado en su celda de la cárcel ‘La Tramacúa’, en Valledupar.

'Lebith es un cobarde, incluso para matarse. Él sabía que las pastillas que se tomó no le darían más que un sueñito bobo; lo que ingirió fue una chicha. ¿Por qué no usó un veneno de verdad?', continuó Luz Divina, quien trabaja como auxiliar de farmacia.

'Quiere hacerse el loco, pero de loco no tiene nada. Pretenderá que lo diagnostiquen demente para salir libre, pero eso no ocurrirá. El 1 de agosto lo espero en la audiencia de imputación de cargos, la cual se hará, se presente o no', agregó la mujer.

La muerte de Gabriela Andrea fue descubierta el 15 de diciembre del año pasado.

‘La Bestia del Matadero’, como llaman al expolicía Lebith Rúa, está vinculado también a otras investigaciones por crímenes contra al menos 10 mujeres en la Costa.

El martes el individuo sorprendió a todos al pretender suicidarse en prisión al ingerir 14 pastillas de un antipsicótico, y cortarse superficialmente el antebrazo derecho.

Antes hizo el anuncio con su propia voz, en vivo y en directo a través del espacio radial La Querella, que se transmite a las 2:00 de la tarde por la emisora Maravilla Estéreo, de vasta audiencia en Valledupar.

'El director de la Penitenciaría y el comandante de vigilancia dicen que en la celda donde me encontraba no pueden brindar seguridad, entonces me echaron a otra donde las condiciones están inhabitables, no salubridad; no me van a dar derecho de ver el sol, de tener visitas, de tener comunicación, me tienen aislado las 24 horas del día, encerrado, prácticamente estoy secuestrado. Quiero dejar constancia en los medios de comunicación que yo estoy sindicado no condenado, me prevalece el sentido de la inocencia, estoy sindicado de un feminicidio que hubo en Barranquilla sobre la muchacha del Sena, me están imputando feminicidio, tortura, desaparición forzosa. Ahora mismo, apenas termine de hablar con ustedes voy a tomar esa decisión, me va a doler con el alma porque yo nunca he atentado contra mi vida, me voy a agredir porque no aguanto tanta humillación me voy a tomar 20 pastillas', fue el relato de Rúa antes de atentar contra su vida.

De acuerdo con el diagnóstico médico del Hospital Rosario Pumarejo de López, el sujeto ingresó inconsciente, sin dificultad para respirar, respondiendo a cada estimulo doloroso al que lo sometían, por lo que consideraron permanecía estable.