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Dos estudiantes de séptimo grado de la Institución Educativa Distrital del barrio Simón Bolívar, situada en la localidad Suroriente, fueron reportadas ayer como desaparecidas por sus allegados.

Nancy Yepes, la abuela de una de las niñas manifestó a EL HERALDO que estas iban a hacer el lunes una actividad previa a la entrega de boletines. Sin embargo —agregó la señora— cuando la madre de Alexa llegó al plantel a la entrega del informe preguntó por la niña y el docente de turno le manifestó que 'no se había presentado'. Lo mismo ocurrió con Nailen.

'Todos los días se iba con su amiga al colegio, cuando salió el lunes me dijo: vamos temprano para barrer el colegio porque hay entrega de boletines', expresó la abuela.

El Grupo Especializado en Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Fiscalía informó que Nailen Johana Villalba Uribe, de 13 años, y Alexa Suárez Barros, de 12, salieron desde el lunes anterior de sus viviendas, en Simón Bolívar y El Ferry, con rumbo hacia la institución educativa, pero no retornaron a sus casas.

La teniente Yeimy Vargas, comandante de la Unidad de Infancia y Adolescencia de la Policía, informó que en el día de ayer se le había hecho acompañamiento a los padres de los menores y que investigadores del Grupo Gaula indagaban sobre un posible destino de las niñas. 

Sin embargo, la oficial manifestó que no podía entregar información para no entorpecer las investigaciones.

Esta es la segunda oportunidad que se conoce un caso de extravío de menores de la Institución Educativa Distrital del barrio Simón Bolívar. En septiembre de 2017, el padre de una de las adolescentes estudiantes de este plantel informó sobre la desaparición de su hija junto a una compañera de clase. Según el relato del hombre, el 5 de septiembre, un muchacho de 18 años se les acercó en la puerta del plantel y las obligó a tomar rumbo desconocido.

Tras aceptar esta propuesta, a la menor la volvieron a ver el 15 de septiembre, en un sector enmontado del barrio El Limón de Soledad. Estaba drogada, desorientada y acompañada de tres desconocidos.

De acuerdo con lo expuesto por el hombre en ese momento, su hija había sido raptada por una banda dedicada la venta de alucinógenos en Barranquilla y su área metropolitana.

Sin embargo esta versión entregada por el hombre no fue confirmada por las autoridades policiales en ese momento. Incluso, sobre el caso, no hubo informe policial.