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Autoridades judiciales a nivel internacional le siguen la pista a bandas criminales colombianas que, al parecer, buscan por medio del modelo de préstamos ‘gota a gota’ lavar dineros producto del narcotráfico y tomar control de economías informales de Latinoamérica.

En abril de este año fue la primera vez en Colombia que la Policía Nacional, en este caso la Metropolitana de Barranquilla, en coordinación con la Fiscalía General de la Nación, realizó una ofensiva contra empresas dedicadas a los ilegales ‘prestamos exprés’ o de ‘cobradiarios’.

En este operativo la Fiscalía 23 de Estructura de Apoyo materializó la captura de 11 personas, presuntos integrantes de la banda ‘Los Cascones’, quienes, de acuerdo con las investigaciones, amenazaban y torturaban a clientes que se atrasaban en pagos por préstamos bajo la modalidad de ‘gota a gota’.

Luego, el 27 de junio fue capturado por delitos sexuales sobre menores de edad Juan Ricardo Carvajal Vargas, alias el Diablo, quien es dueño de 17 rutas de cobro en Barranquilla, Cartagena, Santa Marta y Valledupar. En audiencias de imputación de cargos contra alias el Diablo, celebradas en el Palacio de Justicia de Soledad, el fiscal del caso señaló que el capturado aprovechó su poderío económico producto del negocio del ‘gota a gota’ para causar terror sobre sus familiares y trabajadores de líneas de cobro, pero además evidenció otro delito más grave: acceder carnalmente a los menores hijos de empleados y de sus clientes.

Así pues, las autoridades colombianas no ven con buenos ojos esta vía de préstamos de particulares hacia clientes que no tienen acceso a la banca formal. En 2016 en un consejo de seguridad de autoridades civiles y policiales se reveló que debido al aumento de personas dedicadas al gota a gota 'se contribuye exponencialmente con el aumento de la delincuencia y homicidios en el área metropolitana de las principales capitales del país'.

A nivel internacional el panorama respecto a este sistema de préstamos es más complejo, ya que informes de inteligencia atribuyen a mafias colombianas la proliferación de prestamistas en mercados de Bolivia, México, Chile, Argentina, Perú, Brasil y Guatemala. Estos prestamistas estarían apoyados por bandas criminales locales para amenazar, torturar, y tomar por embargo electrodomésticos de miles de clientes que se atrasan con pagos con alto interés por mora.