Compartir:

Juan Carlos Sánchez Latorre fue extraditado a Colombia el día de su nacimiento (13 de septiembre de 1980), cuyo lugar fue en Espinal, Tolima, y no en Barranquilla, tal y como se ventiló en los medios de comunicación cuando se conoció su historia.

En enero de este 2018, Colombia se conmocionó cuando se enteró de la captura en Venezuela de Sánchez Latorre que, de acuerdo con la Dijín, era buscado por ser el 'violador', inicialmente, de al menos 500 niños.

Sin embargo, después la investigación se tipificó como abuso sexual con menor de 14 años y la cifra citada de 500 casos pasó a 276 eventos, los cuales, según las autoridades, están registrados en videos de pornografía infantil. Este material era enviado supuestamente a través de correos electrónicos y el Lobo cobraba hasta 400 dólares por archivo.

El general Jorge Luis Vargas Valencia, director de la Dijín, explicó antes del arribo de Sánchez Latorre a la capital del país este jueves 13 de septiembre que el caso del Lobo Feroz fue conocido por las autoridades colombianas luego del contacto que hicieran autoridades en México años atrás. El hoy extraditado le enviaba a este país los correos con el material pornográfico a Héctor Manuel Farías López, su cómplice.

A través del usuario ‘Sadyko 13’, Sánchez le mandaba a ‘Anthony’, el usuario del mexicano, videos y fotografías de los abusos sexuales que había cometido a los menores en Barranquilla y otros lugares de la Costa. Según las investigaciones, los dos tenían una relación íntima por la forma cariñosa como se escribían, de acuerdo con el dosier enviado por las autoridades mexicanas a las colombianas, lo que dio origen a la circular roja de la Interpol.

Años en Barranquilla

El 29 de diciembre del año 2000, Juan Carlos Sánchez se graduó como tecnólogo en sistemas de la Academia Ocupacional Técnica (Aotec), en el barrio El Valle de Barranquilla. A esta ciudad llegó desde muy niño junto con su familia. Su conocimiento en computadores le permitió trabajar como reparador de equipos de forma ocasional, como cuando laboró en una empresa ubicada en el barrio Boston, y como transcriptor en algunos de los locales que están por la Universidad del Atlántico, cerca de donde vivió por unos años.

Para los años 2005 a 2007, su zona era el centro comercial Metrocentro y sus alrededores, los salones de videojuegos y los cafés internet llenos de menores entusiasmados por probar los controles de colores que direccionaban las animaciones en las pantallas. Su gancho era mostrarles nuevos juegos y habilidades, y en ocasiones se ganaba su confianza pagándoles el consumo.

A finales de ese mismo 2007 vivió cuatro meses en una pieza alquilada en una casa de la parte de atrás de la Uniatlántico. Según el testimonio que el arrendatario le entregó a las autoridades, el ‘Lobo’ 'en diferentes ocasiones venía con niños de 8 y 10 años, decía que eran hijos de la patrona, no sé qué de cierto tenía. Un día amaneció con uno como de 12 años. También venía un enano a cada rato y se encerraba con él. Cuando entraban se escuchaba que se bañaban antes de irse'.

Proceso local

En enero de este 2018, tras estallado el caso del Lobo, EL HERALDO tuvo acceso a los dos únicos testimonios que reposaban en los archivos de la Fiscalía de Barranquilla y que fueron entregados a una sicóloga del ente investigador por los menores presuntamente abusados por Juan Carlos Sánchez, en 2008.

El 15 de marzo de ese 2008, Juan Carlos Sánchez Latorre, apodado ‘el Lobo Feroz’, fue presentado por la Fiscalía ante Oswaldo Guerrero Ospino, en ese entonces Juez Séptimo Penal Municipal de Control de Garantías, por el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años.

Para la fecha, el ente investigador, representado por el fiscal 38 de la Unidad de Vida, Jairo Vergara Benítez, ya tenía en su poder los dos testimonios de menores de edad que presuntamente habían sido víctimas del ‘Lobo’ en enero de ese mismo año. Además, desde esa fecha, detectives de la Sijín le habían seguido el rastro al capturado en los sitios que frecuentaba, también reportados en los testimonios de los pequeños.

Con dichas pruebas, el fiscal le señaló al togado que tenía frente a él a un 'abusador sexual que bajo amenazas y con el pago de pequeñas sumas de dinero afectaba a pequeños vulnerables del sur de la capital del Atlántico, específicamente los que permanecían en los alrededores del Centro Comercial Metrocentro'.

Según el investigador, el señalado abusador fue detenido el 14 de marzo de 2008, precisamente en otro centro comercial de Barranquilla llamado Portal del Prado.

La primera víctima que denunció a Sánchez Latorre, analista de sistemas de profesión y con 27 años en ese momento, fue un menor de 13. Este, en testimonio cumplido a las 22:18 horas del 13 de enero de 2008 ante la sicóloga e investigadora del CTI de la Fiscalía, Lida Rodríguez Navarro, mencionó que había sido abusado sexualmente por el ‘Lobo’ a quien conoció en las afueras del centro comercial apostado junto al Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, la casa del Junior y de la Selección Colombia. La revelación fue rendida también frente a la madre de la víctima.

Este dijo a la profesional que Sánchez Latorre frecuentaba un negocio de videojuegos que estaba en el lugar y de allí lo sacó luego de ofrecerle 5.000 pesos para que lo acompañara, según él, a un motel del Centro de la ciudad.

'Eso ocurrió el sábado 12 de enero. El Lobo lo llevó (al menor de 13 años) en bus a un motel del Centro y abusó de este. Detectamos que Sánchez Latorre viene abusando sexualmente del menor de 13 y le cancelaba pequeñas sumas de dinero para abusar de él', leyó el fiscal de su carpeta de investigación.

El menor, según el fiscal, también reportó en su testimonio que al día siguiente, es decir el domingo 13 de enero, también fue obligado por el ‘Lobo’ a acudir al mismo motel del Centro que había ido el día anterior, pero esta vez el abusador también había exigido que fuera un amigo de la víctima, otro menor de 15 años, que estaba junto con este en Metrocentro.

'Yo estaba con mi amigo en Metrocentro porque una tía me había mandado a comprar un papel higiénico al Tía. Ahí me encontró el Lobo, yo estaba con mi amigo. Eran como las 7:00 p.m. Nos mostró un cuchillo y nos dijo que nos fuéramos con él. Este venía con un niño de seis años que pide plata en Metrocentro (…). Este (el Lobo) se lleva a niños de allá para tomarles fotos en un motel del Centro', mencionó el fiscal, basado en el testimonio de la víctima, de 13 años.

Así mismo, el investigador expresó que este niño comunicó ante la autoridad que 'todos fueron llevados al mismo lugar al que el niño de 13 años había ido el sábado y el Lobo los hizo desnudar a los tres luego de amenazarlos con el cuchillo'.

'(…) En el cuarto donde nos metieron había otro muchacho que se puso un pene de plástico y estaba abusando del niño de seis años. Yo me quedé solo frente al Lobo porque él mandó a mi amigo a bañar', anotó el menor de 13, de acuerdo con el fiscal.

Al parecer, las escenas que se estaban adelantando en el negocio del Centro venían siendo grabadas con pequeñas cámaras de video. También, según la investigación, había una cámara fotográfica con las que se hacían fotos de los niños que eran sometidos y con la que se pretendían hacer estudios de las tres víctimas presentes en ese momento.

Finalmente, el menor de 13 años aseguró haber salido del lugar luego de que su amigo de 15 años 'le pegara una patada al Lobo porque no quiso dejarse abusar'. Quien no corrió con suerte fue el pequeño de 6, pues quedó allí, según lo que este le mencionó a la sicóloga.

El joven de 13 años luego indicó que se le dio aviso a la Policía sobre el hecho tras llegar nuevamente a Metrocentro. 'Ahí le contaron a unos amigos que estaban en el lugar y, con apoyo policial, se ordenó nuevamente la captura de Sánchez Latorre', anotó el fiscal Jairo Vergara en la diligencia de ese momento.

Pese a lo contundente que fueron los testimonios, Juan Carlos Sánchez Latorre fue dejado en libertad por un mal procedimiento de captura. Por aquellos días era frecuente que las detenciones de supuestos delincuentes se cayeran, pues apenas se estaba afianzado el nuevo sistema penal en el país.

Dos meses estuvo libre, pero nuevamente fue capturado el 14 de marzo de 2008 dentro de la misma investigación por la que había sido detenido el primer mes del año. Esa vez sí fue enviado a prisión. Ocho meses permaneció en la cárcel Modelo y el 10 de noviembre obtuvo su libertad por vencimiento de términos. De ahí se fue para Venezuela.

El 1 de diciembre del año pasado fue aprehendido en Maracaibo por agentes de Interpol Caracas. A este país se había ido, según él mismo dijo en una entrevista exclusiva a EL HERALDO, en busca de trabajo. Este medio conoció que en Venezuela usaba el nombre de Danilo Santiago Luna para evadir a las autoridades.

Este proceso que cursaba en la ciudad y se encontraba en etapa de juicio fue el que ayer jueves 13 de septiembre el magistrado Jorge Eliécer Cabrera del Tribunal Superior de Barranquilla ordenó darle fin luego de determinar que se cumplieron diez años desde la imputación de cargos el 15 de marzo de 2008 y nunca se dio por terminado el juicio oral.

En este caso, de acuerdo con la decisión del magistrado ponente, se debía obtener justicia, verdad y reparación en un término razonable y eso nunca sucedió.

Extradición

Juan Carlos Sánchez Latorre llegó extraditado a Colombia para responder por los 276 casos de abusos citados por la Dijín de la Policía.

Un fiscal seccional de Bogotá adscrito a la Unidad de Delitos contra la Libertad, Integridad y Formación Sexual presentó este viernes en los juzgados capitalinos de Paloquemao a Sánchez en audiencias de control de garantías y le imputará cargos por acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado, pornografía infantil con persona menor de 18 años y actos sexuales abusivos con menor de 14 años.

'De acuerdo con el material probatorio recopilado en las investigaciones, Sánchez Latorre presuntamente realizaba videos de contenido sexual con niños y adolescentes, y los compartía en internet. Asimismo, en la verificación de sus conversaciones por correo electrónico se constató el tipo de vejámenes a los que sometía a sus víctimas', dijo en rueda de prensa este jueves la vicefiscal María Paulina Riveros.

'En los casos conocidos por la Fiscalía se ha establecido que el señalado abusador sexual frecuentaba las salas de juegos de los centros comerciales en el norte de Barranquilla, abordaba a los menores de edad y les ofrecía dinero para llevarlos a sitios específicos en los que realizaba actos sexuales, les mostraba videos y fotografías de contenido pornográfico infantil', se lee en el comunicado del ente acusador.

Lo paradójico de todo esto que mientras en Barranquilla fue precluido el proceso contra Sánchez Latorre, en Bogotá trataban de imputarle los mismos delitos por los en la capital del Atlántico era investigado.