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Un grupo de sicarios ‘tasó’ en un millón de pesos la vida de Yesley Atehortúa Galeano. Sin embargo, la mujer se salvó milagrosamente de morir a pesar del atentado que le hicieron a las 6:55 de la mañana del pasado 12 de julio, en la calle 52 con carrera 10C, barrio Ciudadela Metropolitana (Soledad).

Atehortúa acababa de llevar a su hijo al colegio, cuando fue interceptada por un sujeto que la intimidó con un arma de fuego, le pidió el celular y el anillo que portaba. La mujer, cundida en pánico, dejó caer la argolla matrimonial y después de levantarla del suelo recibió un balazo en la cara.

La víctima, de 31 años, fue atendida en la Clínica Campbell de la carrera 14, y sobrevivió al ataque. Para su fortuna la bala se desvió en uno de los huesos del rostro, y no le ocasionó compromisos mayores.

El fiscal Erwin Arévalo señaló ante el juez 19 penal municipal, Crisanto Rhenals Correa, a los hermanos Luis Alberto y Angie Daniela Hernández Peñate como responsables de este hecho. También vinculó a Yoharis Alvis Torres, mujer de Luis Alberto.

A los Hernández Peñate y Alvis Torres les imputaron los cargos de tentativa de homicidio, concierto para delinquir y hurto. Estos delitos hacen parte de un proceso contra la banda delincuencial ‘Los Centrales’, que maneja microtráfico, hurto y homicidios selectivos.

La Fiscalía soportó su acusación en las declaraciones de un testigo presencial del crimen. Dicha persona sería un sicario que participó en la operación criminal contra Yesley, pero que se acogió al principio de oportunidad para colaborar con la justicia. También tomaron en cuenta el testimonio de la víctima, que al preguntársele sobre personas con las que había tenido problemas, mencionó el nombre de Angie Daniela Hernández. Ella era expareja del marido de Yesley. Las diferencias surgían de una disputa por la venta de una casa que el esposo de Yesley (Alexander Ayala), había vendido, y de la cual Angie Daniela reclamaba su parte, dice la investigación.

El día del atentado. Basados en el testimonio del colaborador, se supo que Angie se reunió el 9 de julio con su hermano Luis en la casa de este en la urbanización Puerta de Oro (Soledad). 'Le dijo al hermano que buscara unos ‘pelaos’ pa’ matar a Yesley, la esposa de Alexander Ayala'. 'Luis nos juntó a alias Wilintico, Caca, Piercing, Austin, y nos preguntó delante de su hermana que cuánto cobraría por esa ‘vuelta’. Angie dijo que debía parecer un robo', continuó el testigo.

La persona que concretó el negocio fue la mamá de Luis y Angie, quien aceptó el monto cobrado por los sicarios: un millón pesos.

'Angie siempre nos dijo que el motivo de la ‘vuelta’ era que la vieja le debía un billete y no le quería pagar', añadió el testigo.

El 12 de julio, 'alias Caca le disparó a la víctima con un revólver Smith & Wesson calibre 38, cacha ortopédica. A este lo recogió Austin en la moto para escapar', precisó la fuente. 

La madre de los Hernández Peñate, según la Fiscalía, llamó para saber cómo había terminado todo, le dijeron que no había muerto, pero que se iba a morir, porque le destrozaron la cara con el balazo.

El pago inicial fue de 600 mil pesos, debido a que la víctima no murió. Los 400 mil restantes se pagarían dado el caso de que falleciera. Los sicarios debieron ir a buscar el dinero en Tolú, donde se encontraba la mamá de Luis y Angie.

Aunque Angie Hernández sentenció en una reunión el 15 de julio, que 'debía morir', Yesley se salvó, su incapacidad fue de 45 días.