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Quienes presenciaron la forma cómo un electricista murió tras ser golpeado en la cabeza por una piedra pisada por las llantas traseras de una volqueta, no dudan al decir que se trató de una muerte absurda.

Tras terminar su jornada como trabajador independiente en el norte de Barranquilla, Jorge César Acosta Borelly, de 47 años, se disponía a las 4:30 de la tarde del jueves a abordar un bus en la calle 64 con carrera 63.

De repente, una volqueta pisó con las llantas traseras una piedra, que al ser impulsada impactó en la parte derecha de la cabeza a Acosta Borelly, quien cayó fulminado al piso.

Tras el impacto, el hombre fue trasladado a la Clínica Jaller y allí, pese al esfuerzo médico, murió en la sala de urgencias. El golpe fue tan fuerte que le ocasionó una fractura de cráneo.