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La denuncia de un joven venezolano fue clave para que las autoridades policiales detuvieran en una vivienda del barrio Los Andes el pasado martes a un supuesto fraile franciscano llamado José Luis Aduen Uribe, oriundo de Sincelejo y señalado de explotación sexual con emigrantes del vecino país. 

EL HERALDO conoció que la víctima acudió ese mismo día al CAI del barrio Los Andes luego de escapar de una vivienda situada en la calle 63 n° 23-90 y en la que, según él, Aduen Uribe lo mantenía junto con otros compatriotas para que trabajaran en el negocio del sexo por webcam. 

Según la denuncia, a las personas oriundas de Venezuela que compartían piso con el supuesto fraile, de 46 años, les habían ofrecido un tentador contrato para mostrarse desnudos frente a una cámara y, además, teniendo relaciones sexuales. Sin embargo, el pago convenido con Aduen Uribe no se habría efectuado. Por esa razón, el joven decidió escapar de la vivienda en la que, de acuerdo con su versión, el supuesto fraile lo tenía 'encerrado'. 

'En la casa del barrio los Andes habían unos computadores, cubículos, mobiliario para mostrar sexo virtual. Este señor nos pagaba el 50% de lo que produjéramos. Es decir de los $70 mil diarios que hacíamos, la mitad para él y la otra para nosotros', relató una de las víctimas a este medio de comunicación. 

Así mismo, la persona dijo que el supuesto fraile les cobraba además $4 mil diarios de arriendo para dormir en el mismo lugar. Eso sumado a $3 mil de desayuno, $5 mil de almuerzo y $5 mil de comida, es decir $17 mil diarios de los $35 mil pactados por el trabajo de sexo virtual. 

Pero, de acuerdo con la víctima, en los últimos días los jóvenes no habrían hecho suficiente dinero y, de $70 mil, el valor cayó a $60 mil. 

'Nos venían tocando entre 30 mil y 25 mil pesos. Además nos descontaban los 17 mil diarios, por los que nos venían tocando unos 8 mil pesos. Los muchachos no estábamos recibiendo dinero, además nos mantenía encerrados con llave y hasta que no termináramos de pagar lo que le debíamos de alojamiento, nos amenazaba con que nos iba a cortar la cara', expresó uno de los testigos.