Para este jueves está previsto el inicio del juicio oral contra Lebith Aldemar Rúa Rodríguez por el caso de secuestro, robo y violación de una menor de edad venezolana, cuya denuncia ocurrió en diciembre del año anterior, previo a que se conociera sobre la muerte de la estudiante del Sena Gabriela Romero, asunto por el que también es procesado la ‘Bestia del Matadero’.
La diligencia será retomada por el juez primero de causas mixtas con funciones de conocimiento de Soledad, Robinson Gómez Crespo, luego de que a finales de septiembre se acordara la fecha con los intervinientes, entre estos la fiscal novena seccional de Soledad, Dayana Vizcaíno Romero.
La dilatación en este proceso se dio en algún momento luego de que el propio Rúa Rodríguez mostrara su inconformismo con el defensor público que se le otorgó y pidió que fuera reemplazado. A su vez, el abogado lo denunció por amenazas. Adicional a esto, el nuevo litigante que le asignó la Defensoría del Pueblo pidió un plazo para poder conocer a cabalidad el caso de su cliente.
En caso de iniciar el juicio, la representante del ente investigador volverá a descubrir ante el togado las diez pruebas que existen contra la ‘Bestia del Matadero’ en torno al caso de la adolescente oriunda del vecino país, pero de padres colombianos. Se trata de los testimonios de la misma víctima, el padre y una tía de esta. También están las pruebas de los peritos del CTI de la Fiscalía, el resultado del examen sexológico realizado por un médico legista, el examen del médico de urgencia del Hospital Nazareth y los resultados entregados por un médico legista que practicó prueba de ADN a los elementos hallados a la víctima el día en que sucedió el abuso.
El hecho
En una entrevista concedida meses atrás a EL HERALDO, el padre de la adolescente venezolana comentó que su hija se encontraba mejorando después de lo ocurrido, gracias al apoyo sicológico que le han brindado. 'La Gobernación le ofreció una beca y ella me ha dicho que quiere estudiar sicología', contó.
La familia de la menor residía en Islas Margarita, en donde vivían del sustento del taller de carpintería del padre. Tras la difícil situación económica del vecino país, tuvo que cerrar el taller y en compañía de su esposa y dos de sus tres hijos vino a Barranquilla en 2016.
Tanto el hombre como su esposa se habían dedicado a oficios varios. Su hija, de 17 años, había conseguido trabajo en la peluquería de su tía para ayudar en los gastos del hogar.
El 13 de diciembre de 2017, a las afueras de este establecimiento ubicado al frente del Estadio Metropolitano, Lebith Rúa habría apuntado con un arma de fuego a la adolescente. Según la versión que maneja la Fiscalía, a eso de las 9:00 de la mañana la montó en un carro negro y la llevó hasta una trocha ubicada entre Malambo y Caracolí donde le robó sus pertenencias y abusó de ella en repetidas ocasiones.
En el sitio, según el recuento de la joven venezolana, esta vio 'un letrero que decía ‘San José’ y escuchaba, por momentos, el sonido de las turbinas de los aviones'.
'Me lleva a lugar bien elaborado, con muebles, había botellas de agua, toallas de tela, toallas sanitarias usadas, condones usados, ropa interior femenina y masculina, toda tirada en el piso… Después sacó un cuchillo del mismo bolso negro donde tenía el revólver, me lo puso cerca y me dijo que si gritaba o lloraba, me mataba…Así me obligó a quitarme la ropa…'.
La joven, agregó en un testimonio de la Fiscalía, estuvo en este lugar hasta las 2:00 de la tarde, siendo abusada en varias oportunidades por la ‘Bestia del Matadero’, como es llamado por la cercanía del viejo matadero de Malambo con el lugar donde este presuntamente abusaba de sus víctimas.
Al finalizar, Rúa le quitó el celular a la menor y le dio 2.000 pesos para el bus de vuelta a su casa. La joven, luego de reunirse con sus familiares, decidió denunciar ante las autoridades lo ocurrido.
Días después de este caso, el mismo Lebith Rúa, preso en Valledupar, fue identificado como el autor del asesinato de la estudiante del Sena Gabriela Andrea Romero Cabarcas. Además, la Fiscalía lo señala de acceder carnalmente a al menos 8 mujeres más en el Cesar y en Atlántico.